Sígueme siempre

Opinión:

"Sígueme siempre" es la tercera y última parte de la trilogía romántica-erótica escrita por Helen Hardt.

Al final de "Sígueme al lado salvaje" la relación de Braden y Skye estaba en un punto crítico. Debían enfrentarse a un obstáculo bastante importante. Skye vio algo en el club que le llamó la atención y quería experimentarlo con Braden. El problema es que para él se trata de un límite infranqueable; algo de lo que no puede hablar.

Skye se siente traicionada, aunque tampoco tiene muy claro por qué quiere experimentar algo así. Por su parte, Braden no puede darle lo que necesita, y nunca podrá hacerlo. Parece que la relación ha llegado a su fin…

Acompañaremos a Skye en su proceso, pues está decidida a averiguar qué le ocurre. Siente que algo no está bien y quiere llegar hasta el fondo. Regresará a su hogar buscando respuestas. Allí se topará con una verdad que ha permanecido escondida en su memoria. Algo que puede ser el origen de todo.

Por otro lado, veremos a un Braden vulnerable. Está completamente enamorado de Skye, pero sabe que su relación no tendrá futuro si todo continúa igual. Aunque intenta darle espacio, no podrá evitar buscarla, pues los sentimientos de ambos son demasiado fuertes para dejarlos ir. Por primera vez, se plantea contarle todo a Skye.

¿Tendrán una verdadera oportunidad de arreglar su relación o será cierto que nunca han tenido un futuro?

En esta tercera parte la evolución de los personajes es patente. Ambos están implicados y tratarán de que su relación funcione, y para conseguirlo tendrán que ser honestos y dejar los secretos atrás. Por fin conoceremos el pasado de Braden, lo que sucedió y por qué le afecta en el futuro. Skye por fin tendrá las respuestas que tanto ansiaba.

Si bien hay escenas eróticas, la verdad es que en esta tercera parte pasan más desapercibidas, pues comparten protagonismo con las historias de la niñez de ambos protagonistas. La culpa se convierte en un personaje más, tanto Skye como Braden llevan cargando con ella demasiado tiempo.

También habrá espacio para tramas secundarias, donde las drogas, la traición, el acoso y el chantaje tendrán un peso importante.

A pesar de que la trama es bastante previsible, la lectura resulta distendida y muy entretenida. El ritmo es bueno y la narración consigue atrapar desde el principio, algo imprescindible en este tipo de novelas.

En definitiva, "Sígueme siempre" es un buen cierre para esta historia que, si bien no se aleja de los clichés del género, resulta lo suficientemente interesante para darle una oportunidad.

Mónica CZ