Sígueme al lado salvaje

Opinión:

"Sígueme al lado salvaje" es la segunda parte de la trilogía romántica-erótica escrita por Helen Hardt, tras "Sígueme en la oscuridad".

La vida en común de Skye y Braden sigue su curso. Ambos se han adaptado bastante bien al otro y su relación de pareja se va afianzando. Sin embargo, aunque Skye le ha cedido a Braden el control en el dormitorio, siente que también la controla más allá de él, algo que no le gusta en absoluto y por lo que se revela constantemente.

Por si fuera poco, las oportunidades laborales como influencer aumentan, pero ella es consciente del papel de Braden en ello, algo con lo que sigue sin estar cómoda. Siente que está cambiando, que no es ella misma, que en algún punto del camino se está perdiendo; hasta sus viejas amistades se resienten… ¿Qué está pasando con Skye?

Por otro lado, Braden tampoco es el mismo. A pesar de ser un maestro del control en todos los aspectos de su vida, siente que Skye le está cambiando y que es capaz de hacer cualquier cosa por ella. Nunca ha experimentado nada igual, enamorarse de Skye, abrirse a ella y mantener una relación no entraba en sus planes y, aunque mantiene la cabeza fría mejor que ella, el lector podrá apreciar cierta vulnerabilidad en el personaje.

Esta segunda parte se centra en la evolución de la relación de la pareja, en todos los sentidos. Leeremos momentos íntimos, tiernos, sensuales y otros más sexuales, con escenas representativas de este género en un contexto más marcado.

El pasado y el personaje de Braden siguen siendo un misterio, pues el foco está puesto en la perspectiva femenina, aunque hay ciertas pistas sobre ese secreto que Skye está desesperada por conocer y que tal vez cambie todo.

El ritmo es bueno y se lee con facilidad, a pesar de que no ocurren demasiadas cosas; como ya dije, la trama se centra en el cambio interior y la evolución de los personajes principales, algo ya de por sí interesante.

En las páginas finales ocurre algo lo suficientemente sugerente para dejar con ganas de leer la tercera parte.

Mónica CZ