Top Cómic Mortadelo 61 El brujo

Opinión:

Ya hemos realizado la reseña de algunos de estos tomos de Top Cómic Mortadelo, y esperamos poder seguir haciéndolo, dado los buenos ratos de diversión que nos proporcionan. Y, como hemos dicho en dichas reseñas, la diversión se multiplica por que además de ofrecernos dos historias completas de Mortadelo y Filemón, de distintas épocas, incluyen una serie de extras normalmente muy, muy divertidos (Espíc Ínglis Güiz Mortadelo y Filemón, la Cinemateca de la TIA, los Archivos Secretos de la TIA, ponga un animal en su vida, etc).

En esta ocasión, las dos historias que nos ofrece el tomo son El brujo y El huerto siniestro. En la primera, la acción trata sobre que una agencia rival de la TIA, la FEA, pretende eliminar al Superintendente Vicente, y para ello recurre a las (malas, en todos los sentidos) artes de un brujo (Aniceto Papandujo…); en este caso, veremos que hay alguien todavía más torpe que los agentes de la TIA, y que incluso estos, sin salirse de su línea de incompetencia, son los que llegan a salvar la situación… o no, pues como comúnmente se dice, "de donde no hay, no se puede sacar". Muy divertida al contraponer los métodos de los más "afamados" agentes de la TIA a las malas artes de la FEA, y ver que en todas partes "cuecen habas".

En la segunda historia, El huerto siniestro, la historia trata de que Mortadelo y Filemón deben probar unas extrañas armas creadas a partir de verduras por el profesor Bacterio; y ya sabemos cómo es la relación de los agentes con el profesor… y la extrema ineptitud de éste. Así, a lo absurdo de la premisa, se unen las peleas entre Mortadelo y Filemón con el profesor, las huidas de los agentes cuando son requeridos para alguna prueba, y el consiguiente apresamiento por los agentes enviados tras ellos… todo un clásico, vamos. Pero es que a todo ese absurdo ya en el principio de cada "minihistoria" se le suma el de la propia premisa (las verduras-armas), y unas delirantes viñetas llenas de chistes visuales en segundo plano; un gran número de las viñetas que componen esta historia contienen alguna broma en segundo término ajena a la propia historia, pero de un elevado nivel de absurdidad y, por tanto, de humor (un gato andando a dos patas vestido de cura, un edificio de los del fondo que es en realidad un teléfono móvil gigante, una persona volando en un avión de papel, al lado de un avión comercial, un avión poniendo un huevo, un caballo enano fumando, etc).

Comentar además que en estas páginas aparece también la secretaria Irma, que no fue creación de Ibáñez, sino de alguno de los "negros" (que la editorial utilizó cuando el autor no estaba al cargo de los personajes, sino que eran propiedad de la editorial, y encargaba las historias a otros autores de la casa), y que se negaba a utilizar, aunque finalmente parece ser que sí lo hizo en alguna ocasión puntual.

En resumen, dos historias muy divertidas, con diversos añadidos a la historia principal que las tornan más graciosas, y con los imprescindibles extras de estos Top Cómics que los revalorizan más, debido al alto nivel de comicidad que poseen por sí mismos.

J. Javier Arnau