Todas las canciones tristes

Opinión:

La que es la primera novela gráfica de la artista Summer Pierre, nos lleva en una aventura vital a través de las canciones que conformaron su experiencia personal, desde las primeras cintas en cassette que grababa e intercambiaba con sus amigos, a su vida en la universidad, sus novios, sus amigos, su experiencia como compositora e intérprete, etc.

Es un relato valiente, pues además de lo que acabamos de comentar, no duda en mostrarnos todos los malos momentos por los que pasó, incluyendo su crisis de ansiedad que la llevó a alejarse de todo y de todos los que amaba y que le proporcionaba seguridad, sino que también nos muestra sus tiempos de terapia en manos de profesionales, así como todo el proceso hasta poder, si bien tal vez no recuperarse del todo, sí llegar a una cierta estabilidad que le permitiera afrontar con nuevas ganas y energía la nueva etapa.

Como vengo comentando, nos encontramos en esta obra con el relato, parte de la biografía, de la artista gráfica y música Summer Pierre, cuyas inquietudes artísticas y personales la embarcaron en un viaje que le llevó a aprender música y actuar en pequeños locales, además de su faceta como ilustradora.

Ese amor a la música le llega directamente de sus padres, siendo su padre artista y músico, su madre trabajadora de la industria del rock y su padrastro un gran coleccionista; se agrega a todo esto cintas que le enviaban sus amigas de sus viajes, las que conoció en su vida universitaria, etc. Añadamos también sus inquietudes sociopolíticas y culturales, sus relaciones de amor, incluyendo algunos desengaños, sus amistades, y tendremos todo el cóctel de la vida de Summer. Y de repente, una crisis de ansiedad, podríamos decir que un vacío existencial que le hace alejarse de todo de todos y que, al intentar refugiarse en lo que hasta ahora le causaba placer, hace que incluso eso le produzca rechazo. Nos muestra así lo que tuvo que pasar, no rehúsa enseñarnos las terapias y los profesionales por los que tuvo que pasar y cómo, finalmente, pudo volver a encauzar su vida, siendo capaz de volver a lo que realmente era su vida, a la vez que encontraba nuevas maneras de afrontarlas.

Durante toda la obra vamos encontrando recomendaciones de canciones, de bandas sonoras que conformaron el momento de la vida de la autora; esos "mix" que nos hacíamos antes en cintas de cassette. Cada momento de la vida de la autora conforma una BSO y, podríamos decir, que al contrario también es cierto. Canciones que tal vez a nosotros mismos, lectores de la obra, nos puedan servir de algún modo, recordarnos algo, transportarnos a algún lugar y/o momento de nuestra vida; así al menos sucede con Summer y la banda sonora de su vida.

Podríamos considerar toda la obra como una catarsis emocional, a través de la Banda Sonora de una vida y del poder de la música, tal vez del arte en general, para marcar ciertas épocas de nuestras vidas.

Recordemos que esta obra fue nominada al Eisner a la mejor obra basada en la realidad.

Con un dibujo sencillo, pero con unas soluciones narrativas acordes y acertadas en relación a lo que nos quiere transmitir, la autora nos cuenta, a la vez que nos interroga, sobre las asociaciones de todo tipo que la música puede desencadenar en nuestras mentes.

El libro se acompaña de una playlist con algunas de las muchas canciones que pueblan las páginas del cómic, de PJ Harvey a Nick Drake y de Bikini Kill a Tom Waits

J. Javier Arnau