El ratón de biblioteca VII

Opinión:

¡Momento encantador cuando Lutz ve a Mynne con su vestido de bautismo y le dice lo guapa que está! Ay, si es que son personajes prácticamente infantiles pero de verdad que le llegan a una al alma. Este volumen, "El ratón de biblioteca VII", está centrado al inicio en el día que llevan esperando todo este tiempo, el del bautismo, y la alegría forma parte de las primeras páginas. Más aún cuando Mynne descubre que hay libros en el templo.

En este volumen también conocemos la historia de los dioses de ese mundo tan extraño adonde ha ido a parar Mynne/Urano, pero las liturgias religiosas de ese lugar le parecen un tanto ridículas porque le recuerda a algo que conoce de Japón y poco tiene que ver con la religión. Eso sí, cuando descubre que en el templo hay muchos libros pero solo pueden hacer uso de ellos los religiosos, decide convertirse nada menos que en sacerdotisa, pero en la familia no se lo toman bien (no contaré por qué). En fin, esa es Mynne. Arrojada, valiente, osada, luchadora… y obsesionada. ¿Qué decisión tomará? Ay… ese templo esconde secretos.

Si en el volumen anterior la emoción pura estaba centrada en Mynne y su familia, yo diría que aquí son Mynne y Lutz quienes se llevan la palma. Especialmente él. Qué ternura.

Y al contrario que en los anteriores tomos, en este volumen hay ¡acción! Recordemos que el papá de Mynne es soldado, y solo decir que algo pasa en el templo para que haga falta que saque a relucir su genio y sus técnicas de lucha. Sin duda algo inesperado en esta colección.

Un último volumen para descubrir qué es esa enfermedad que consume a Mynne y llevarnos una gran sorpresa. La duda del lector queda en el sumo sacerdote y sus propias dudas sobre Mynne. Quedan frentes abiertos a una continuación, esa es la verdad, porque finalmente Miya Kazuki en el epílogo (páginas finales) dice que esta es una primera parte y la segunda transcurrirá en el templo.

¿Por quéeeeee, por qué hay que esperar siempreeeee?

Anika Lillo