Por así decirlo

Opinión:

La obra, breve pero de mucha intensidad, examina temas como la inocencia, el engaño y la transformación constante de lo humano, todo enmarcado en un análisis crítico de nuestra época actual y las crisis que lleva aparejadas.

Cada relato actúa como un divertimento al que se invita al lector a entrar y, al mismo tiempo, como una advertencia sobre la falsificación y banalización de la realidad. El lector que González Sainz necesita es el que ejerce un rol cómplice, pues le desafía a contemplarse a través de las experiencias erráticas de sus personajes, invitándolo a reflexionar a partir de las historias ofrecidas sobre sus propias decisiones y comportamientos tanto individuales como colectivos. Emplea estos aparentes "caprichos" literarios para poner en tela de juicio la conciencia contemporánea y abordar el nihilismo presente en la sociedad. Su prosa, meticulosa y precisa, logra capturar lo extraño en lo cotidiano, guiando al lector a través de narrativas misteriosas que, aunque fantásticas, iluminan aspectos esenciales de nuestras vidas.

González Sainz, nacido en Soria en 1956, posee un bagaje vital extenso, que explica qué tipo de literatura realiza. Ha vivido en ciudades como Barcelona, Madrid, Padua, Venecia o Trieste. Fue en su momento fundador y codirector de la revista cultural Archipiélago, y ha colaborado con medios como El País y El Mundo. De él conocíamos ya Un mundo exasperado, Premio Herralde de Novela allá por el 1995, así como Volver al mundo, novela de pasión romántica y política. En este mismo portal tuve la oportunidad de reseñar "La vida pequeña", libro pandémico que invitaba igualmente a cuestionarnos nuestra relación con la realidad cotidiana. Todas estas obras mencionadas pueden encontrarse también en Anagrama y son una buena lectura complementaria a esta entrega.

Obra que no solo entretiene, sino que también invita a una profunda reflexión, que combina con cierta maestría la crítica social con la exploración de la psique humana, creando una narrativa de aparente ingravidez pero que tiene un poso reflexivo de interés. 

Rafael Ruiz Pleguezuelos