La vida pequeña

Opinión:

Las respuestas al trauma colectivo de la pandemia y el confinamiento no dejan de llegar a las librerías, algo que ha provocado que los lectores se dividan en dos grupos bien diferenciados: aquellos que ni por asomo elegirían un libro que trate sobre este trauma colectivo que estamos atravesando, y que necesitan más que nunca contenidos de evasión, y quienes quieren saber más sobre lo que nos está ocurriendo y cómo hemos llegado aquí. Para los que se identifican con esta segunda opción, "La vida pequeña" y "El arte de la fuga", integrados en un solo volumen por Anagrama, es una buena elección.

Se trata de un conjunto de reflexiones que buscan ofrecer respuestas a la vida después de la pandemia. Las cuestiones que se plantean son en realidad básicas, evidentes, nada que pueda sorprender: vivir despacio, amar las pequeñas cosas, mimar el detalle de cada momento… pero González Sainz sabe otorgar cierta gracia ilustrada a lo que cuenta, lo que otorga valor al texto como acompañamiento en este tiempo difícil. Una de las tesis fundamentales del autor (igualmente evidente) es que el origen de todo lo malo que nos ha ocurrido en este año largo está en nuestra forma de actuar, nuestro modo de vida, las inercias y mecanismos constituyentes de una sociedad enferma. El libro pretende luchar contra la velocidad, la precipitación, la irreflexión en la que nos hemos instalado. Esa "vida pequeña" remite al empobrecimiento de nuestra forma de manejarnos en una sociedad mal derivada, dirigida hacia el camino equivocado.

González Sainz hace uso de cierto aliento poético, y de los grandes filósofos del mundo para sustentar este discurso sencillo, de reflexión íntima que se ha decidido administrar en forma de dietario. Recomendación para quienes, como decía al principio, quieren que textos bien armados les acompañen en esta complicada andadura.

Rafael Ruiz Pleguezuelos