Nada sucio (Saga detective Sonia Ruiz 1)

Opinión:

Como en esta novela "nace" una detective, gran parte de la historia se ocupa de mostrarla al lector, a ella y a su entono.

Sonia es una mujer de treinta y cinco años y mantiene una amistad de toda la vida con el joven Pau, un chico de veinte al que cuidó más de una vez cuando era pequeño. Entre ambos, sin embargo, existe un vínculo muy especial que podría rozar el enamoramiento pero que ambos prefieren no considerar; no quieren poner en riesgo esa complicidad que los une y los ha convertido en amigos incuestionables.

"Nada sucio" es una novela corta, se lee deprisa y los personajes resultan simpáticos. Forman un dúo de investigadores que se complementan, especialmente porque Pau es un experto en Informática que sabe moverse perfectamente por Internet, incluyendo esa red oscura en la que navegan sujetos que negocian al margen de la ley y/o prefieren no dejar rastro de sus andanzas. También el joven muchacho es, en ocasiones, el "sentido común" de la pareja, el que parece conocer el mundo en el que vive mejor que su compañera.

Sí, Sonia y Pau son atractivos y se puede empatizar con ellos, hasta reír con alguna de sus salidas. A mí, sin embargo, me habría cuadrado más que la protagonista fuera una veinteañera y no una mujer de treinta y tantos. Y es que Sonia actúa, piensa y se comporta como una jovencita alocada, algo ingenua en ocasiones, duerme con peluches, es insegura, necesita sentirse protegida... y el incombustible Pau la protege. Sonia Ruiz también es valiente y lanzada. Pero se enfrenta a los "malos" y se mueve con cierta insensatez e irresponsabilidad más propias de la juventud que de una persona en mitad de la treintena.

Lorenzo Silva y Noemí Trujillo han creado un historia que, como he apuntado, es corta y se lee de un tirón; con una prosa simple y escueta que me ha hecho pensar que podría encajar con L.I.J.; por eso, porque tiene pocas páginas y porque muchos lectores adolescentes se identificarían con la forma de hacer de los personajes.

Como novela policíaca, no obstante, a mí me ha parecido algo light. No hay un caso interesante, no hay un crimen retorcido que anime a desvelarlo y atrape en la primera página... Existe acción, por supuesto, pero me ha faltado el suspense y la intriga propias del género. Aquí el mayor señuelo para leer consiste en empatizar con los personajes.

Es una novela distraída, eso sí. Y deja abierta la puerta a muchas posibilidades porque, concluido un primer caso, Sonia ya se siente detective, dispuesta a ganarse con esa profesión sus "lentejas"; mientras que Pau, por su parte, recibirá una oferta del CNI que mantendrá en secreto y ahí, esa incombustible amistad y confianza que une a los protagonistas, parece que recibirá un primer zarpazo al tener que actuar él al margen de su amiga y mintiendo sobre su trabajo.

Pero eso último ya veremos cómo transcurre en futuras entregas.

Pilar López Bernués