Blanco letal

Título: Blanco letal
Título Original: (Lethal White, 2018)
Autores: J. K. Rowling, Robert Galbraith
Editorial:
Salamandra
Copyright:
© J. K. Rowling, 2018.
© Ediciones Salamandra, 2019.
© Little Brown Book Group Ltd, 2018
Traducción: Gemma Rovira OrtegaEdición: 1º Edición: Noviembre 2019
ISBN: 9788498389661
Tapa: Blanda
Etiquetas: asesinatos género negro policiaca intimista literatura inglesa novela relaciones personales caballos chantajes activistas investigación criminal
Nº de páginas: 750
Argumento:
El detective Cormoran Strike, ese que perdió una pierna en Afganistán y camina con una prótesis, acaba de solucionar un caso importante en compañía de su socia Robin (socia asalariada): descubrir a un terrible destripador. La opinión mediática consigue que la gente lo (los) reconozca y, por tanto, sus tareas detectivescas resulten más complicadas al no poder pasar desapercibidos, pero también que su agencia de detectives a punto de cerrar reciba un soplo de aire fresco.
A pocos días de celebrarse las Olimpiadas de Londres, y mientras se ultiman detalles, el ministro de Cultura es chantajeado y pide ayuda al "detective del momento" para que infiltre a alguien en el ministerio y logre determinar quién y por qué le intenta hacer chantaje.
Paralelamente, un joven con problemas psíquicos, irrumpe en la agencia de Strike para explicar que él, de niño, vio cometer un crimen: el estrangulamiento de una niña (o niño) al que se tapó con una manta rosa y enterró en un vaguada cercana a su casa y, por ende, a la del actual ministro de Cultura, que tenía a mucha gente contratada ubicada en sus terrenos y, en concreto, al padre de ese muchacho (Bill) y de su hermano Jimmy....
El libro es el cuarto de una serie detectivesca escrita por la autora de Harry Potter. Se complementa con "Agradecimientos", "Notas" y "Epígrafes".
Opinión:
"Blanco Letal" es la cuarta novela protagonizada por Cormoran Strike y escrita por J. K. Rowling (la autora de Harry Potter, como decía) que con el pseudónimo de "Robert Galbraith" va escribiendo novelas policiacas.
Para mí, sin embargo, esta es la primera leída.
Bueno, de entrada, he de decir que 750 páginas me parecen excesivas para una obra policial. En otras palabras: Si etiquetáramos a "Blanco Letal" de novela intimista, que es lo que es, me parecería fantástica (y es muy buena en ese sentido). Desgrana las vidas y milagros de los protagonistas, incluso de personajes secundarios. Pero como historia policíaca...
Hasta la mitad del libro no he logrado que me atrapara una trama, supuestamente policial, porque ni un chantaje a un ministro y un posible crimen cometido veinte años antes y denunciado por un enfermo mental me han parecido lo bastante interesantes como para embarcarme en la lectura de 750 páginas. Pasada la mitad de la novela, admito que aparece la intriga y la lectura se hace más ágil. Pero la resolución final se la saca de la manga la autora, no da pie a que los lectores investiguemos y, además, pese a lo larga que es la novela, parece que se ha puesto el turbo para poner el punto y final, cosa que, en definitiva, no permite apreciar realmente "cómo y por qué" y deja un vacío (o me lo ha dejado a mí). Y no digo que no haya pistas que se recuperan al final, pero sí que quedan algunas que no sabemos de dónde salen ni cómo se repara en ellas. Como no quiero hacer spoiler, solo voy a escribir un apunte que aparece en la obra: "Una persona asesinada suele mearse encima en el momento de morir". Pero... ¡Eso no se resuelve al final, cuando se investiga qué pasó!
Y hay muchos personajes secundarios y escenas secundarias que
ralentizan la lectura, no aportan nada pero contribuyen a la
confusión, porque en ocasiones es fácil perderse y dilucidar quién
es quién.
No dudo que "Blanco Letal" es una novela muy
interesante (y muy buena). Pero, en mi opinión, no como novela
policial. Y diré por qué:
-Se centra totalmente en la vida de los protagonistas, personajes secundarios y escenas irrelevantes a las que se dedican muchas páginas, dejando algo coja la trama policial.
-Los dos protagonistas (Cormeran Strike y Robin Ellacott) no me
han captado por su personalidad. ¿Cómo es posible que una mujer
joven, que sufre ataques de pánico, se case en una celebración de
película cuando, en realidad, no desea hacerlo o al menos tiene
dudas, quiere divorciarse durante el viaje de novios en el Caribe,
pero no lo haga y vuelva a trabajar de detective, en contra de la
opinión de su marido, cuando todavía tiene un brazo lesionado por
la agresión de un delincuente, lo que cobra es una miseria y tanto
su esposo como los padres de él nadan en la abundancia? ¿Y qué le
pasa a ese exmilitar de Cormoran para seguir persiguiendo a
criminales con su pierna ortopédica cuando es consciente de que lo
desahuciarán de su agencia y del piso situado encima y vive a "dos
velas"? Queda claro que Cormoran y Robin se gustan; pero no mueven
ficha, quizá para que los lectores deseen seguir leyendo... Más ese
"no mover ficha" no se acaba de entender... Él pasa de cualquier
mujer desde que su esposa Charlote lo dejó, a pesar de que su
última pareja se desvive por él, y Robin... ¡Robin no sabe qué
quiere! Imagino, como decía, que estas contradicciones tienen por
objeto mantener el interés de los lectores, aunque a mí me han
parecido recursos inocuos.
También es cierto que la novela es muy repetitiva y está repleta
de escenas que nada tienen que ver con la trama principal: Leemos
hasta la extenuación todos los problemas que la
prótesis aplicada a la pierna causa en el
detective, cuando eso se entiende en pocas líneas. Pero
reiteradamente vemos cómo le duele el muñón, se le inflama, le
impide andar, se cae.... Y leemos cómo Strike, que ante la marcha
de su hermana Lucy y su cuñado al continente, atiende a sus
sobrinos menores, cómo ha de pasarse días en el Hospital ante una
operación de urgencia de uno de los niños al que nunca dedicó el
más mínimo interés, ni a él ni a sus hermanos... Eso se puede
entender, incluso su mala conciencia por no haber sido un tío
ejemplar, pero no el número de páginas destinadas a ese hecho.
Bueno, no dudo que "Blanco Letal" es una
muy buena novela intimista, de narrativa, de relaciones
humanas..., e incluso que nos describe cómo es la vida de
la política, especialmente ante eventos tan espectaculares como
unos Juegos Olímpicos, donde priman intereses partidistas, "todos
están contra todos" y no faltan amenazas, chantajes,
espionaje, secretos que no deben salir a la luz... También
observamos a activistas de izquierda organizando y participando en
mítines muy apasionados, pero queda claro que determinados líderes
no son lo que parecen y algunos se diferencian poco de los
derechones... Ahí, la autora ha descrito muy bien la naturaleza
humana.
Sin embargo, como novela policial,
"Blanco Letal" no me ha atrapado y me ha costado
"Dios y ayuda" leer esas 750 páginas, cuando una obra de misterio
no suele permitir dejar de leer. Quizá con menos hojas, algo más de
intriga y permitiendo a los lectores ir sacando conclusiones
(aunque fuesen erróneas) habría disfrutado más que leyendo un
apresurado final que me ha dejado indiferente porque he tenido que
tragarme la conclusión de Robert Galbraith sin
poder participar mentalmente ni recibir pistas que me permitieran
especular. Admito que me he perdido entre una maraña de personajes
secundarios que me ha costado identificar, quizá por lo larga que
es la novela. Y no digo que algunas pinceladas de la resolución no
aparezcan durante la lectura, pero de forma puntual y que se
diluyen en medio de escenas irrelevantes y actores
irrelevantes.
En cualquier caso, y como digo siempre, esta es mi opinión. No me
cabe duda de que otros lectores disfrutarán del libro mucho más que
yo (para gustos los colores). También es cierto que la obra
es intensa.
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Comentario de los lectores:
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