ysabel

Opinión:

Estamos ante un libro ganador de dos premios reputados, lo que, hasta cierto punto, es una garantía, y ante un autor ya consagrado. Dos hechos que impulsarían a cualquier amante de la ficción a arriesgarse y adquirir la novela, como he hecho yo. Ahora la cuestión es: ¿cómo he quedado?, ¿pletórica?, ¿satisfecha?, ¿defraudada?, ¿buscaré a este autor de nuevo?
 
Cuando termino de leer un libro, antes de dar mi opinión, dejo que su huella, por así decirlo, repose en mi interior un día o dos para tomar distancia. Si hago una reseña desde la decepción o el entusiasmo inmediatos, no seré justa. Con "Ysabel" tal descanso no ha sido posible porque mi mente volvía una y otra vez a la historia. Su fantasía y magia se adueñaron de mí.
 
Y es que… no nos vamos a engañar, este autor sabe perfectamente cómo envolver al lector. Tú puedes no considerarte un adicto al género fantástico-histórico, pero el libro te atrapará desde otro plano: desde la realidad, un tanto complicada, del presente del joven Ned y su familia, porque todo está dispuesto para que tú, mi querido lector, caigas en la trampa y leas "Ysabel"sin descanso, como poseído. Y lo peor, o lo mejor, es que terminarás la novela y seguirás embrujado unos cuantos días más por las increíbles aventuras narradas.
 
Detrás de "Ysabel" se esconde una mente clara, lógica y astuta que ha elaborado una estructura con el objetivo de captar nuestra atención desde el comienzo hasta el final, sin opción de huida, y lo consigue, sin duda. Aquí todos los elementos cumplen una función y nada queda al azar. Es una historia de construcción clásica, como las grandes novelas de aventuras (presentación-nudo-desenlace), donde el suspense está magistralmente llevado. Lector, si eres detective de fino olfato, si puedes llegar a intuir, que no descubrir, algunas de las sorpresas que Guy nos tiene guardadas, porque posee la sabiduría de hacernos guiños casi imperceptibles, para que intentemos averiguar a dónde puede conducirnos este rompecabezas, convirtiéndonos así en cómplices del mismo. Y al introducirnos de esta manera en la historia es como quedamos absorbidos por ella. Brillante, ¿no?  
 
El tratamiento del suspense y la mezcla de estilos y secuencias, pasando de la magia a la realidad actual de la familia Marriner, con una facilidad pasmosa, sin que apreciemos el cambio, son los ingredientes que convierten a "Ysabel" en una novela notabilísima. Hay dos núcleos en los que se originan los conflictos y misterios principales. Por un lado: Ned, su familia y amigos; por otro: los personajes míticos. Desde estos grupos, en los que ningún personaje sobra, surgen todas las historias; historias de pasado y presente, mágicas y reales, que se entremezclan continuamente, fluyendo con naturalidad gracias a la versatilidad de Guy Gabriel Kay y a la omnipresencia del protagonista, Ned, que es el soporte sobre el cual descansa y se impulsa la acción. De hecho las historias, las reales y fantásticas, crecen paralelas al proceso de maduración y superación del adolescente.
 
Es una historia de gente común y corriente a quienes no les sucede nada común y corriente, y que, unidos por el amor, la familia y la amistad, se adentrarán en un universo mítico, secular e inquietante. Y la lección subyacente es la metáfora de aquel que, dominándose a sí mismo, es capaz de vencer todos los obstáculos. La carrera de Ned subiendo a la cumbre es el punto dramático culminante donde la acción alcanza su clímax, convirtiéndose así en el momento más memorable de la novela.     
 
Resumiendo: sería un pecado mortal no leer "Ysabel" y no dejarnos seducir por su embrujo. Coge tu mochila imaginaria y acompaña a Ned en esta fantástica aventura. No te arrepentirás. Te doy mi palabra.
 
Cristina Montes