Yo maté a Kennedy (Carvalho 1)

Opinión:

Porlomenix

Existen novelas negras repletas de crímenes donde se retiene a las víctimas y se las somete a tortura y muerte o aquellas en las que el asesino en serie juega con las pistas que deja a los investigadores, la mayoría; en otras, de un estilo más puro, nadie destaca por encima de los demás y la trama se hace más complicada de situar.

Es el caso de esta novela que data de hace medio siglo, la primera de la saga del detective Pepe Carvalho; aunque hay quien dice que aparece en ella pero que no pertenece a la serie. Aquí se trata de conocer al personaje, cuál fue su vida antes de llegar a los Estados Unidos, sus manías y ese perfil tan característico que, particularmente, me cuadra más como un investigador perdedor que como un ilustre vividor de la calle que acumula experiencias de todo tipo, todos los días, sin dejar escapar la esencia de lo sencillo y la amistad.

El prólogo nos habla de libros y de cómo cada nuevo lector se enfrenta a ellos, dándoles una nueva vida e interpretación, sobre todo con la obra de Manuel Vázquez Montalbán, la cual representa una experiencia diferente, no al uso, alejada de las líneas que marcan los best-sellers y más abiertas a la imaginación de quien las lee. Un mundo literario donde todo cabe, se opina y queda por descubrir.

Desde el inicio jugamos a descubrir a Pepe Carvalho, quién es o detrás de quién se esconde, qué papel interpreta y, lo más importante, de qué va realmente toda esta trama en torno al asesinato de John Fitzgerald Kennedy y en la que presuponemos por el título que el protagonista se declara culpable. De paso conocemos al mito JFK, a Jaqueline y todo un mundo de rarezas y extravagancias protagonizado por los americanos, a los que el autor no se corta en dar un constante repaso; en igual medida, no desaprovecha la ocasión para dibujar la España de los últimos años del franquismo y su futuro de playas y camareros.

Un enredo anárquico, como lo es la narrativa, que no es sencilla de leer y donde parece experimentar escribiendo para unos pocos elegidos, merece que se le dedique su tiempo y a cambio nos regala bastantes episodios donde somos recompensados con humor del bueno, a veces irónico, otras mordaz, siempre en su justa medida y en el momento preciso. El caso es que la jugada le sale bien y consigue poner al detective en lo más alto y a él como un referente de la literatura negra.

Reflexiones, frases ocurrentes y un planteamiento que al principio te descoloca y finalmente te explota ante tus ojos, sin saber si has descubierto lo que pretendías pero con la firme determinación de querer seguir encontrándotelo en tu camino, conocerle o simplemente disfrutar de su compañía. Lo que está claro es que Pepe Carvalho y Manuel Vázquez Montalbán no dejan a nadie indiferente.

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