Yo fui santa

Opinión:

"Yo fui santa" plantea una cuestión que puesta así, en crudo, podrá tener diferentes puntos de vista, según sean las creencias personales. No ya aquí en el libro, que desde el principio pone las cartas boca arriba, por si no estuviese avisado el lector tras echarle un vistazo a la contraportada, que allí ya se han dejado las cosas claras.

Ni a favor, ni en contra; sólo unos hechos y las carencias, sobre todo afectivas, de una niña que se deja llevar por la beatería de unas gentes sencillas y, también hay que decirlo, por los intereses personales de los prebostes del lugar, esos que siempre están ahí por mucha pobreza que haya a su alrededor, prestos a aprovechar cualquier oportunidad para beneficiarse de algún modo.

La narración se desarrolla en primera persona por parte de la niña, protagonista indiscutible de esta historia, aunque no tenga un nombre conocido, que tampoco es que haga mucha falta, puesto que es ella la que cuenta cómo va todo, desde ese inicio casual que va dando forma a la imaginación de algunas personas, que se siente así reconfortadas en su fe, hasta un desenlace que se puede calificar de correcto y coherente desde cualquier punto de vista, sobre todo conociendo lo que de verdad ha ocurrido antes.

También hay algunos flecos en la historia que dejan bastante malparados a algunos personajes, sea por cuestiones éticas o morales, también ambas a la vez, que aquí santos hay pocos y, si acaso, son sobrevenidos y circunstanciales; pero con esos personajes ya se encontrará el lector y sobre ellos se formará su propia opinión.

Por más que lo parezca, este libro no es antirreligioso, simplemente muestra una situación en la que los deseos y las expectativas de unas gentes con unas arraigadas convicciones religiosas, pueden magnificar sobremanera cualquier suceso sorprendente o confuso.

Sea cual sea la apreciación que pueda tener el lector sobre el libro, la mía propia sobre "Yo fui santa" es que Juan Luis Cano ha desarrollado una buena historia, que induce a meterse en la acción de manera gradual, participando de los pensamientos y las emociones de esa niña protagonista, santa por un tiempo, que contempla de cerca los comportamientos de los mayores, que los habrá buenos, regulares y también peores, que algunos le tocará sufrirlos ella misma.

Selin