Vosotros, los que entráis

Opinión:

Carlos Sisí en su excelente prólogo de la novela de Galiano nos advierte de que se trata de una "novela negra con tintes sobrenaturales", según la definición del propio autor. Y es que, partiendo del esquema clásico de una novela negra detectivesca, nos encontramos con algo muy diferente y original.

La acción transcurre en un lugar aislado, Villa Miranda, una antigua propiedad convertida hoy en un pequeño hotel formada por la casa principal, la casita del guardés, las caballerizas e incluso su propia capilla. Un lugar solitario, más aún cuando el verano ya se ha terminado y apenas quedan unos pocos huéspedes. Ocurre entonces una muerte y acude un inspector de policía que deberá averiguar si se trata de una muerte accidental o hay algo más, todo ello con un ayudante circunstancial, un sacerdote, Martín. La trama es lo único clásico de la novela, pues desde el principio el autor le añade un inquietante ingrediente de misterio, más aún cuando conocemos desde el principio que el sacerdote es exorcista y que en su etapa de misionero en el Amazonas le ocurrió algo grave que de algún modo le marcó.

El mayor acierto del autor es precisamente esa indefinición, esa atmósfera de misterio plagada de insinuaciones que permite al lector dejar volar su imaginación según sus propias creencias. No esperéis encontrar una novela de terror con horribles exorcismos y apariciones diabólicas; el miedo es más lo que cada uno se imagina que lo que Galiano nos cuenta de forma explícita. Realmente la novela gira en torno a la existencia del mal y a su presencia en lo cotidiano, sobre el lado oscuro de las personas y el modo en que alguien puede hacerlo aflorar con facilidad. 

Una novela absorbente, inquietante, escrita de un modo ágil, con ritmo y a la vez con profundidad, deteniéndose en aspectos relativos a la literatura de Dante o a los aspectos teológicos acerca de la existencia del demonio o satanás para los cristianos. Si os atraen estos temas os la recomiendo, a mí desde luego me ha encantado. Un autor a tener muy en cuenta.

Celsa