Vikingos

Opinión:

"Vikingos" es el primer libro de una saga sobre los mercenarios del norte que pretende representar las últimas décadas de la Edad Vikinga y los cambios que ocurrieron en el norte de Europa en ese momento, aunque el arco principal de la novela se cierra y te puedes quedar solo con este.

El protagonista y narrador es Torstein, un joven que es vendido como esclavo y aprende el oficio de constructor de barcos. Gracias a eso y a su alma de guerrero, a pesar de su cojera, cuando sea libre será bienvenido allá donde vaya. Viaja primero a las Orcadas y después a distintas localizaciones donde la guerra es el pan de cada día. Como guerrero libre, hay varios cambios de bando que nos permiten conocer la situación en distintos puntos y la compleja política de esos años.

En su periplo, acompañado en todo momento por un perro cojo, demuestra un talento tan excepcional como poco creíble (a los catorce años ya es constructor de barcos y sabe forjar, y poco después ya es un guerrero de la élite). También ocurren demasiadas coincidencias y encuentros extraordinarios, aunque se encuentra todo tipo de dificultades y siempre hay un enemigo presente: el hombre que asesinó a su padre y le esclavizó, del que quiere vengarse.

Se nota que Bjorn Andreas Bull-Hansen se documentó en profundidad para conocer la vida cotidiana y las creencias de la época, lo que hace que la ambientación sea buena, si bien es cierto que la narración resulta excesivamente descriptiva tanto en las partes pausadas como en las violentas y repletas de acción. Se cuenta al detalle todo lo que hacen en todo momento, y la sensación de falta de avance puede ser un tanto frustrante para los lectores.

En definitiva, se trata de una novela muy documentada, de ritmo pausado, sobre la vida cotidiana de los últimos años de la Edad Vikinga, centrada especialmente en los jomsvikingos y en un protagonista que se aferra a su libertad y a sus ansias de venganza. Al que le guste la temática, sin duda le aportará, ya que tiene puntos interesantes.

*Publicada por Espasa.

Déborah F. Muñoz