Verano

Opinión:

Era impensable que esta cuarta novela, de la increíble tetralogía literaria de Ali Smith, su "Cuarteto estacional" como ella misma lo llama, consiguiera superar o estar a la elevada altura de sus obras anteriores, pero lo ha conseguido con creces.

Este "Verano" culmina un retrato implacable de este tiempo, que pone al desnudo una sociedad que ha perdido el rumbo, en la que los afectos, las esperanzas, las frustraciones, la convivencia y los sentimientos, se desenvuelven incómodos en un tiempo perfilado por el mayor conocimiento técnico e información que ha acumulado el ser humano en toda su Historia.

Es ese contraste el que explica una sociedad fragmentada, organizada en bocados de realidad que dispersos no ofrecen más relevancia e interés que la de cualquier otra vida ordinaria, pero que vistos desde una visión de conjunto sugieren una desolación general amplificada por la técnica.

Smith no es una mera cronista literaria de su tiempo, porque entra a saco en sus contradicciones, en sus miserias, en los imprescindibles resquicios donde las emociones afloran, en el que la vida que merece ser vivida a pesar de las dificultades y desasosiegos, porque un preciso momento de emoción, de sensación, de razón y comunicación, concede un espacio precioso para seguir soñando, anhelando o simplemente respirando.

Su literatura es sencillamente fabulosa, original, innovadora, deslumbrante, valiente y transgresora, sin renunciar ni un ápice a un discurso narrativo que el lector sigue con un intenso interés, a pesar de que la situación, el contexto, el momento, que propone, no revele hechos extraordinarios. Es precisamente en la normalidad de los protagonistas donde Smith extrae el jugo mágico para su creación, para exhibir su lúcida visión, su inapelable diagnóstico, su certero retrato.

Y sobre todo, su maestría a la hora de poner al desnudo las contradicciones de una sociedad cuando se comporta con cruda hipocresía, como la protagonizada en este "Verano" por el cruce epistolar entre la joven militante de causas imposibles con ese inmigrante retenido en un centro cuasi carcelario.

Es la memoria, son los afectos, las frustraciones y los anhelos, especialmente la ansiedad, incluso la incomodidad de la existencia, que se aferran a cualquier excusa para justificar la vida de las personas normales. Esas cada vez más desprotegidas en sus derechos y expectativas, en sus ambiciones y seguridades, en la razón de vivir que les permita seguir soñando.

Porque Smith aclara con su ficción que la sociedad no es algo natural derivado de una ley sobrenatural, sino que es una creación humana, consecuencia de sus actos y visiones. Donde la idea de progreso o resignación no son neutrales, porque provocan efectos tangibles en la vida cotidiana.

Como referí en una anterior reseña, asombra su implacable lucidez en esta genial creación literaria, como una alianza perfecta de creación y razón, de literatura y pensamiento.

Cierra Ali Smith esta serie de novelas con esta gran obra, que es absolutamente imprescindible para los amantes de la buena literatura, y también para aquellos que pretendan encontrar explicaciones en la descripción narrativa de nuestra realidad contemporánea. Lean este "Verano", pero también lean las otras novelas de este maravilloso cuarteto estacional.

Jorge Riet