Una memoria llamada imperio

Opinión:

La construcción del mundo de "Una memoria llamada imperio" llama mucho la atención.

Tenemos por un lado un imperio que recuerda al azteca, pero tecnológicamente avanzado hasta el punto de dominar amplios sectores del espacio. En este, la sociedad procura mantener la neutralidad en las emociones y la comunicación entre la clase alta se hace mediante poemas y composiciones cargadas de varios significados culturales y políticos.

Es un desarrollo social y cultural fascinante, aunque entorpece bastante el ritmo y enlentece la novela en ocasiones. Los nombres compuestos, aparte, hacen complicado seguir la lectura sin el índice del final.

Por otro lado, tenemos Lsel, una estación que quiere mantener su soberanía a pesar de que el imperio ya ha empezado a extender su mirada hacia ellos y a colonizarles culturalmente. Su baza es una tecnología, las imagos, que mantienen en secreto y que les permite implantar la memoria de los predecesores en los cargos en quienes los desempeñan actualmente, lo que hace que poco a poco se combinen las personalidades y conocimientos de ambos.

El problema es que las prisas han hecho que la protagonista, Mahit, no haya podido integrarse bien con la personalidad de su predecesor, y que esta está desfasada. Además, pronto surgen problemas que hacen que la desconexión sea casi total, por lo que se ve bastante perdida en una situación comprometida: su predecesor fue claramente asesinado, alguien quiere matarla a ella y, además, la situación política es tensa, con varios bandos que tienen distintos objetivos, y amenaza de forma directa a la soberanía de Lsel.

Es una gran protagonista con una situación muy interesante, y los personajes con los que tiene que tratar, y en los que muchas veces debe confiar con reticencia, son complejos e interesantes. La pega es que, como ya he dicho, a veces la acción se ve demasiado frenada en favor del desarrollo del concepto de sociedad teixcalaanlí, incluso cuando llega a un punto en que es innecesario profundizar más en ella y preferirías centrarte en esos personajes que te fascinan.

En cualquier caso, está muy bien escrito, salvando algunas erratas en esta edición, que por otro lado está estéticamente bien trabajada, y consigues sumergirte en la historia, sobre todo cuando empieza a haber más movimiento. La trama principal se cierra, pero quedan muchos hilos sueltos para una segunda parte que sin duda desearé leer cuando salga.

*Publicado por Nocturna Ediciones.

Déborah F. Muñoz