Tres maneras de decir te quiero

Opinión:

"Tres maneras de decir te quiero" es la nueva novela de Michelle Durán. Ha sido publicada por TBR Editorial, que se especializa en literatura juvenil, pero tengo que decir que para mí esta novela es más madura, más adulta, y como tal hablaré de ella.

Ya conocía la pluma de la autora -su anterior bilogía me gustó mucho-, así que no dudé en darle una oportunidad a su nueva novela; me ha encantado de principio a fin.

Achilles Barone es el príncipe heredero de Trasia, una isla mediterránea con mucho encanto. Tiene claro su futuro y sabe que tendrá que hacer sacrificios por su pueblo, pero casarse sin amor no pensaba que fuera uno de ellos. Su compromiso con la princesa Geneviève lo descoloca y lo aterra a partes iguales, pues sabe que no será feliz con ella. Pero la inminencia de la boda y la presión de la situación hacen que salga huyendo dejando todo atrás.

Llega a París sin un plan, tan solo pasar unos días en casa de Jérémie, un antiguo ligue, pero el susodicho ya no vive allí. En su lugar encuentra a Levi, un periodista inglés que está en pleno trámite de divorcio. A pesar de todo, le abre las puertas de su casa y promete no informar del paradero del príncipe.

Me ha gustado mucho el comienzo de esta pareja, cómo poco a poco ambos van derribando los muros y dejando ver qué se esconde en su interior. El cascarrabias de Levi ha podido conmigo, tengo debilidad por estos personajes, y ver su transformación es una de las mejores cosas del libro. Y es que Levi es un personaje complicado, con un pasado que pesa demasiado y una situación personal insostenible. Es de esas personas casadas con su trabajo que no cuidan lo demás. Afortunadamente, con Achilles no será así y veremos otra cara de su personalidad.

Por otro lado, el príncipe es todo luz, es imposible no dejarse arrastrar por él. Su energía es contagiosa y la situación injusta que vive hace que el lector empatice con él en todo momento.

Los secundarios como Thibault, Calista, Dante, Jem, Katie… hasta el gato de Levi, llamado Gatástrofe (¡me encanta!), tienen un papel crucial en el desarrollo de la trama. Sin ellos no funcionaría, o lo haría de otra manera, pero estoy segura de que no sería tan divertida.

Hay momentos geniales, pero otros más serios que tratan temas como la ansiedad, tan presente en la vida de Achilles, o la incertidumbre sobre el paso del tiempo y la sensación de fracaso con la que lidiamos todos en ocasiones; el no ser suficiente puede llegar a pesar demasiado. Que se lo digan a Levi…

Puede que sea una historia sin grandes giros -en realidad no los necesita- pero hay detalles que me han gustado mucho. La autora podría haber tomado el camino fácil y seguir el esquema de estas historias, pero no lo hizo y optó por otra alternativa más madura y que se ajustaba mejor a la realidad de esta pareja. Bravo.

La historia resulta adictiva, tiene buen ritmo, la tensión crece por momentos, el romance es pausado e intenso, los secundarios resultan imprescindibles y la pareja protagonista tiene una química que traspasa las páginas. ¿Qué más se puede pedir?

Michelle Durán sigue creciendo como escritora, y se nota. Si aún no la conocéis, os animo a descubrirla.

Mónica CZ