Tokio

Opinión:

La editorial Menoscuarto lanza la novela ganadora del XIII Premio Tristana, galardón cuyo vencedor se anunció el pasado 8 de octubre de 2020 y que contaba con un jurado de nivel: Juan Manuel de Prada, Espido Freire, Libertad Pelayo y José Ángel Zapatero. El premio se otorgó a la Mejor Novela Fantástica, y en esta ocasión "Tokio" se alzó con ello porque <<explora las fantasías de la mente humana en un clima desasosegante, en clave kafkiana, que consigue atosigar al lector y hacer que comparta su zozobra en su intento de que el mundo proclame el nombre de su amada>>.

En efecto, siguiendo la estela de la literatura fantástica de tantos y tantos autores latinoamericanos (como Julio Cortázar, Jorge Luis Borges o Gabriel García Márquez), esta novela se inscribe en un mundo donde el único que parece loco es el propio protagonista. Recuerda a Kafka, cuyos personajes se hallaban solos e incomprendidos, luchando contra un mundo incomprensible y opresor. El narrador y protagonista de "Tokio", cuyo nombre nunca es mencionado, se topa con que él es el único que puede pronunciar la palabra <<María>>, nombre que hace referencia a una mujer que amó y a la que no puede olvidar. Los pocos personajes que habitan en la historia son incapaces de entender ese nombre. Sólo entienden <<Tokio>>. A partir de ahí, el protagonista se embarca en una aventura policíaca para encontrarla a ella y, de paso, a alguien que comprenda lo que él quiere decir. Entre fallo y fallo, se choca contra una situación agobiante que le llevará a preguntarse si no estará sufriendo alucinaciones, o si, en realidad, esa María nunca existió.

Es un libro corto, que apenas llega a novela corta. Está compuesto de 23 capítulos, muy escuetos, algunos apenas cuentan con unas cuantas líneas. Tiene un ritmo que vaivenea entre la lentitud y la aceleración. No se explaya en descripciones ni se pierde en cavilaciones o reflexiones. Es todo un mundo onírico donde la elección de los personajes, de las circunstancias y de los momentos causan una opresión y un agobio del que difícilmente uno puede eludir. Incluso la tecnología se enfrenta al personaje, contrariado y emperrado en que <<María>> vuelva a sonar en el aire. Utiliza un lenguaje argentino muy marcado, lo cual, narrado en primera persona, hace que uno se olvide de su propio intelecto y se sumerja en el lenguaje del país del hornero común.

Posee elementos propios del mundo detectivesco. No hay detective, y ni siquiera el protagonista tiene madera para ello, pero su tenacidad y su obsesión lo convertirán en un personaje interesante y entrañable. El lector/a acabará con ganas de saber qué diablos ha pasado con el nombre, o qué demonios le pasa al protagonista, quien es capaz de realizar locuras. ¿Será María real? ¿De verdad tuvieron una relación? ¿Desapareció así, sin más? 

Enrique Decarli (Buenos Aires, 1973) es abogado y músico. Además de Tokio, ya llamó la atención por Flipper. Autor de varias colecciones de cuentos, imparte talleres de lectura y narrativa en la provincia de Almirante Brown.

Cristià Serrano