taxi
Título: taxi
Título Original: (dar el shorouq)
Autor: Khaled Al Khamissi
Editorial:
Almuzara
Copyright: Traducción de Alberto Canto García y Khaled Musa Sánchez
1º Edición: enero de 2009
ISBN: 9788492573295
Etiquetas:
derechos humanos
sociología
Argumento:
Articulada
a partir de 58 historias breves que tienen en común el ser explicadas por los taxistas
de El Cairo,
Al Khamissi construye un cuadro impresionista sobre la sociedad egipcia
contemporánea. A través de las diversas narraciones, la mayoría de ellas escritas
en primera persona y que recogen conversaciones entre el autor y el taxista, se
desgranan temas como la corrupción, la excesiva burocratización, la ineficacia de
la justicia, la censura, el Islam, el terrorismo, el papel de la mujer, el fútbol,
el arte o las miserias que padece gran parte de la población, ante los ojos ciegos
del paternalista Estado.
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Opinión:
Ser taxista en El Cairo debería estar recogido en nuestra lengua como una maldición,
sólo comparable a “púdrete en los infiernos”. La mayor ciudad del mundo árabe, con
una población de 7 millones de habitantes, caótica, vertiginosa e hipercontaminada,
cuenta con una de las flotas de taxistas más grandes del mundo: los diversos decretos
del estado han favorecido en los últimos años la proliferación de taxistas no profesionales,
llegando a los 80.000 vehículos, opción que muchos han elegido ante el elevado número
de parados o la falta de perspectivas en otros sectores. Así, el taxi, y más teniendo
en cuenta que sólo son un puñado los que lo tienen en propiedad, es una de las profesiones
más agotadoras y menos lucrativas, ya que, en palabras de
Al Khamissi, “el estar sentado permanentemente
en coches hechos polvo les lesiona la columna vertebral; el estado de constante
griterío existente en las calles de El Cairo destruye sus sistema nervioso; el continuo
atasco les debilita psicológicamente y el correr en busca de la comida castiga al
máximo los nervios de sus cuerpos”.
El politólogo, director de cine y periodista
Al Khamissi homenajea en este libro
a los sufridos taxistas, observadores privilegiados del clima social del país, dejando
que sean ellos mismos quienes expliquen sus historias. Así, en muchas de ellas el
autor se diluye para que sea el taxista quien se exprese con toda la libertad que
el régimen egipcio permite. Son muchos los temas que circulan por “Taxi”; algunas de las historias
dejan con mal sabor de boca, otras con una sonrisa en los labios, otras dejan entrever
el precario equilibrio social y político del país.
Las narraciones, muchas de ellas en forma de conversación, son ágiles en ritmo y
forma, con un vocabulario coloquial que engancha al lector y le hace pasar páginas
ávidamente. Además, las notas de los traductores ayudan en muchas ocasiones a esclarecer
conceptos relacionados con la cultura islámica. Aún así, quizá
el lector occidental, no familiarizado
con la historia e idiosincrasia de los países islámicos, encuentre descontextualizadas
algunos de los temas que aparecen en
Taxi. Esto
no es, sin ninguna duda, un inconveniente para disfrutar del libro, donde las miserias
y los anhelos de un pueblo castigado se dan la mano.
A pesar de no salir bien parado, el Estado no ha podido evitar que el libro se haya
convertido, desde su publicación en 2006, en todo un éxito de ventas en su país
de origen y en los territorios vecinos. Varios años después llega, en diversas traducciones,
a Europa.
Alba Moreno
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