Sumario

Opinión:

En el mundo del aforismo, convendría demarcar un subgénero que incluyera los libros de autores que no tienen una trayectoria profesional ligada a la literatura pero que en algún momento de su vida sienten la necesidad de volcar lo que creen haber aprendido al correr los años en un libro de aforismos. Es el caso de Andrés Armas, físico de formación aunque ha desempeñado las labores de consultor, que da sus primeros pasos en el mundo de la literatura con este "Sumario", colección de 646 aforismos, divididos en capítulos nombrados de manera sugerente: conocimiento, entorno, tiempo, retrato, bitácora…

"Sumario", publicado por la inquieta editorial Drácena, ofrece por tanto un compendio de aforismos que pretenden encapsular la riqueza del saber humano. Estos aforismos no son meros destellos de ingenio, sino fragmentos cuidadosamente esculpidos que reflejan la profundidad de una mente enriquecida por la experiencia y la introspección. Los encontramos de corte más clásico: «Nunca el tiempo ha hecho mejores a los necios.», o más contemporáneos: «En cada atajo al paraíso hay un fielato.» El conjunto tiene cierta regularidad y mantiene sensación de calidad. La selección es buena, y son pocos los que no llegan a decirnos algo o sorprendernos en su forma.

No se debe considerar "Sumario" como un mero afán voluntarioso y amateur, sino más bien como el resultado de un proceso de elaboración profunda. Los aforismos presentes en esta obra llevan la impronta de alguien que ha invertido tiempo y esfuerzo en pulir cada pensamiento aforístico, dando como resultado una colección que destila madurez.

La puesta en librerías de la obra también nos recuerda la vibrante evolución del aforismo en España en la actualidad. Cada vez más, este género literario está siendo abrazado por autores, lectores y editoriales como una forma poderosa de comunicar ideas de la manera más breve posible en un mundo saturado de información. "Sumario" pone su granito de arena en esta construcción colectiva del aforismo español contemporáneo, encapsulando en sus páginas la esencia misma de esas cuestiones fundamentales que han inquietado a la humanidad a lo largo de los siglos.

El libro se encuentra además bien arropado por el prólogo de Diego Hidalgo y el epílogo de Abel Murcia, que añaden valor a lo que se ofrece y construyen un buen pórtico para lo que el lector recibe. Una salvedad final: como editor, yo hubiera dejado fuera del libro el capítulo denominado «Microficción», pues rompe el esquema general de lo que se ofrece, pasando de unos aforismos bien construidos y relevantes a unos microrrelatos que podrían encontrar mejor espacio en un libro dedicado a este género.

Rafael Ruiz Pleguezuelos