Stalker pícnic extraterrestre
Título: Stalker pícnic extraterrestre
Título Original: (Пикник на обочине, 1972)
Autores: Arkadi Strugatski, Borís Strugatski
Editorial:
Gigamesh
Colección: Gigamesh Breve
Copyright:
© 1972, Arkadi y Borís Strugatski
© 2001, Borís Strugatski
Presentación: © 2012, Ursula K. Le Guin
Traduccion del ruso: © 2015, Raquel Marqués
Nihil obstat: © 2015, Alejo Cuervo, Irene Vidal
Ilustración de cubierta: © 2020, Alejandro Terán
Diseño y maquetación: Víctor García Tur
© 2015, Gigamesh, S.L.
Edición: 1ª Edición: Septiembre 2020
ISBN: 9788417507442
Tapa: Dura
Etiquetas: amistad extraterrestres lucha ciencia ficción muerte moral política filosofía narrativa psicología literatura rusa novela reflexiones Canadá contrabando hambre mercado negro injusticias libertad felicidad ejércitos residuos tóxicos mutaciones basura
Nº de páginas: 315
Argumento:
Unos extraterrestres hacen una corta visita a la Tierra continuando su viaje sin demostrar demasiado interés en la humanidad. Aunque, tras esa breve parada, han dejado diversas áreas del planeta salpicadas de basura tecnológica altamente contaminante. Los lugares que contienen esos restos se les llama Zonas. Redrick Schuhart es ayudante de laboratorio en el instituto internacional que estudia una de ellas, pero por la noche se convierte en un Stalker que se juega la vida infiltrándose en la Zona en busca de material alienígena que usar de contrabando.
Opinión:
Comentaros que el prólogo es de Ursula K. Le Guin y al final del libro hay un comentario del propio Borís Strugatski. Esta novela se presenta en su versión íntegra, libre de censura, y en traducción directa del ruso. "Stalker: pícnic extraterrestre" se le considera, junto con "Qué difícil es ser dios" y "El lunes empieza el sábado", la obra cumbre de los hermanos Strugatski.
Vais a leer una historia de extraterrestres donde curiosamente no sale ninguno, no hay naves espaciales ni viajes en el espacio. Normalmente en las novelas de este tipo de ciencia ficción siempre nos han asustado con una posible invasión de seres de otro planeta. Aquí, los hermanos Strugatski nos asombran con una historia donde esos invasores llegaron, hicieron un pícnic y tiraron su basura marchándose sin más. Los humanos no interesamos a una supuesta raza superior ¿En qué nivel quedamos nosotros y nuestra inteligencia?
Como los anteriores libros de estos autores hay un fondo político, filosófico y psicológico que dejan al lector reflexionando en la lectura, aunque también trata de luchas personales y de moralidad. La novela se ubica alrededor de Harmont, una población minera ficticia en Canadá, una ciudad con cierto ambiente distópico donde escasea la comida, gobernando el ejército con dureza. La historia se basa en unos contrabandistas sacando artefactos muy peligrosos que abandonaron los visitantes para venderlos en el mercado negro. Muchos han muerto en el intento y sus cadáveres siguen allí advirtiendo a otros que no entren.
Toda su fuerza narrativa caerá en la crudeza de sus personajes, a través de ellos, con un desarrollo ágil, los autores no dejarán piedra sin remover buscando la felicidad y la libertad, quedando un recuerdo imborrable mientras se busca lo inefable. Redrick nos irá contando la mayoría de la historia en primera persona, aunque hay un momento en que le pasará la voz a su amigo Richard, pero será Redrick de nuevo quien nos narre el capítulo final. Una novela de ciencia ficción bellamente depresiva envuelta en una atmósfera triste, ya que si te detienes en su lectura te percatas que la mayoría de personajes no pueden escapar de ese lugar.
Novela que tiene muchas lecturas, de ritmo rápido y narrativa tan sencilla como cruda. Dos autores que saben contar sin relleno dejando siempre más preguntas que respuestas. Escrita con bastantes descripciones, convence y no la sientes ficticia, tiene mucho de real. Lo más destacable es el personaje de Redrick, con él hicieron un magnífico trabajo, lo sientes tan vivo que logras meterte en su piel. Diálogos brillantes dentro de una historia con una gran carga social, además exponen con mucha claridad a dónde conducen las injusticias del sistema en que vivimos. En las últimas páginas hay una maravillosa conversación que le dará sentido al título del libro.
Un final para meditar. Una joya de libro que pasó al estatus de leyenda en el mundo de la literatura.
Más que recomendarlo es un deber leerlo.
Violeta Lila
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Comentario de los lectores:
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