Sólo la oscuridad

Opinión:

El legendario William McIlvanney y el gran escritor escocés Ian Rankin, aúnan fuerzas en el primer caso del inspector Laidlaw, el mítico detective de Glasgow.

A fines de los años setenta, el autor escocés William McIlvanney publicó la novela "Laidlaw", novela negra que pronto se convirtió en un bestseller y que gracias a sus señas y características propias inauguró un subgénero de la novela negra que se daría en llamar "tartan noir". Esto es, la novela negra escrita en Escocia.

"Sólo en la oscuridad" (el primer caso del inspector Laidlaw), quedó inacabada a la muerte del autor  William McIlvanney en el año dos mil quince y ha sido terminada por otro grande de la novela negra, también escocés, Ian Rankin. El lector no podrá creer lo similar que es la prosa del propio Rankin, al punto de no poder distinguir un escritor del otro. Es un amalgamiento magistral de prosas al servicio de la mejor novela negra. La pluma de ambos es directa y florida, te tiene cogido por el cuello toda la novela, mientras seguimos a nuestros personajes por callejones turbios y pubs de mala muerte... La ciudad de Glasgow nunca pareció tan cercana como en las descripciones magníficas que dejó McIlvanney. Encontraremos diálogos brillantes, inteligentes y punzantes, personajes muy creíbles y vivaces...

Las palabras cortan como un puñal y los actos, desalmados. Los capos mafiosos son los dueños de las calles y quieren su tajada. ¿Tenemos una guerra de bandas en el horizonte? Es la pregunta del millón que se hacen los agentes policiales mientras patean los mismos callejones en busca de las mismas réplicas.

Jack Laidlaw es el nombre del detective protagonista que pasa a prestar servicio en la brigada de policía de Glasgow. Junto al sargento Bob Lilley, trabajan en un asesinato que incluye una guerra de bandas que amenaza con poner la ciudad patas arriba. Sí, puedo decir que Laidlaw es quien se lleva todas las palmas. Gran erudito y culto lector, hace todo a su manera. Con el agente a cargo del caso, por ejemplo, tiene una relación tormentosa. Y este hecho es el que lo predispone a ir por libre. No le importa ser padre de tres hijos para arriesgar su vida en los bajos fondos. Conocedor como nadie del alma humana, sabe sonsacar respuestas hasta al más huraño, es todo un hueso duro de roer.

Tendremos matones, policías, chivatos, familias ¿y violencia?, por supuesto y por ambas partes, los hombres de la ley quieren respuestas y para ello utilizaran sus propios métodos. Referencias culturales, crimen organizado, policías corruptos, miseria, guerras de pandillas, abuso a la mujer, sexismo, matrimonios con problemas... no faltará de nada.

¿Cómo acabará el asunto? Comentaros que aquí no importa tanto el final, que puede leerse un tanto precipitado, lo verdaderamente interesante es el disfrute que entrega el desarrollo de la trama.

Gracias a la editorial Salamandra, tenéis en vuestras manos el manuscrito inacabado de McIlvanney que Rankin ha finalizado con maestría. Cuando dos maestros de la escritura se juntan sólo puede ocurrir esto, una grandísima novela negra.

Violeta Lila.