Sherlock Holmes Escape Book. La aventura de la máquina analítica

Opinión:

Hay libros que se leen. Otros, que se viven. Y luego está "Sherlock Holmes Escape Book. La aventura de la máquina analítica", una pequeña maravilla de papel que se piensa, se juega y, sobre todo, se resuelve. Desde el primer vistazo, este libro te lanza un guiño cómplice: su portada troquelada, con engranajes visibles a través de un hueco central, es mucho más que un diseño atractivo. Es un mensaje en clave: aquí no basta con leer, tendrás que mirar más allá, conectar piezas, desenterrar verdades ocultas. Como lo haría el propio Holmes.

Y en efecto, no es el detective quien protagoniza esta historia. Eres tú. Este no es un homenaje estático al mito de Baker Street, sino una invitación a encarnarlo. Sus autores son Charles Phillips y Melanie Frances.

¿Qué tiene su portada que la hace tan especial? Lo que realmente distingue a esta portada es ese recorte en forma de engranaje justo en el centro. A través de esa pequeña rueda móvil, vislumbras una serie de engranajes intrincados y mecanismos complejos. Es como si la propia cubierta te estuviera susurrando: Para resolver este caso, vas a tener que ir más allá de lo evidente. Es tu primera pista, tu aviso de que esto no es solo una historia; es una investigación a la que estás a punto de unirte.

Estamos ante un escape book ambientado en un Londres victoriano que rezuma niebla, misterio y elegancia. En una velada donde la alta sociedad espera la presentación de una máquina revolucionaria, una suerte de protoordenador inspirada en la célebre idea de Charles Babbage, una amenaza anónima activa las alarmas de Holmes. A partir de ahí, tú entras en juego: toca desenmascarar al saboteador, desenredar pistas y frustrar un crimen antes de que ocurra.

La estructura del libro rompe con lo convencional: no hay capítulos lineales, sino secciones numeradas a las que accedes en función de tus elecciones y tus aciertos. ¿Te suena al clásico "elige tu propia aventura"? Sí, pero aquí el listón sube varios niveles. No es un paseo: es un auténtico gimnasio mental. Para avanzar necesitarás lápiz, papel y toda la astucia que puedas reunir. Resolverás criptogramas, deducirás coartadas, interpretarás ilustraciones plagadas de detalles minúsculos. Y cuando falles, porque fallarás, Holmes te lo hará saber con esa ironía afilada que tanto lo caracteriza.

El resultado es adictivo. Cada enigma superado te llena de satisfacción, como si hubieras descifrado una carta robada en un gabinete secreto. Pero también exige concentración, paciencia y, a veces, la humildad de retroceder y volver a pensar. Este no es un entretenimiento de usar y tirar: es un objeto que se saborea lento, ideal para tardes lluviosas y cabezas inquietas.

Uno de los grandes logros del libro es mantener viva la esencia de los personajes originales. Holmes conserva su brillantez seca, su tono distante pero justo. Watson sigue siendo el compañero perfecto: humano, leal, observador. La ambientación, ilustraciones incluidas, respira ese Londres dickensiano de faroles de gas y callejones húmedos, sin caer en la parodia ni en la exageración. Es un tributo bien documentado, que respeta el canon pero se permite jugar con él.

El guiño a la historia real de la informática, esa "máquina analítica" que Babbage soñó y que aquí adquiere tintes de misterio, es otro de esos detalles que elevan el conjunto. No es necesario conocer la referencia para disfrutar del libro, pero quien la reconozca esbozará una sonrisa.

Poco hay que reprocharle. Tal vez algunos acertijos podrían haber sido formulados con mayor claridad. En contadas ocasiones, el texto genera ambigüedad: uno no sabe si ha fallado por falta de lógica o por un matiz confuso. Y sí, la historia que enhebra los puzzles no tiene la profundidad de una novela clásica de Holmes. Pero pedir eso sería como criticar a un tablero de ajedrez por no contar una epopeya. Aquí, la narrativa está al servicio del juego, y lo cumple con solvencia.

En un mundo saturado de pantallas y estímulos fugaces, "Sherlock Holmes Escape Book. La aventura de la máquina analítica" propone algo distinto. Te obliga a parar, a pensar, a involucrarte. No pasas las páginas: las conquistas. Es perfecto para quienes disfrutan de los retos mentales, de los juegos con alma, de las historias donde el lector no es espectador, sino protagonista.

¿Te apetece ponerte en la piel del mayor detective de la literatura, seguir pistas entre niebla y carruajes, resolver enigmas como si de verdad estuvieras salvando el mundo civilizado? Entonces no lo dudes. Este libro te está esperando, con el ceño fruncido y la lupa en mano.

Porque en "Sherlock Holmes Escape Book. La aventura de la máquina analítica", no lees a Holmes. Eres Holmes.

Libro muy recomendado que vino de la mano de la editorial Librooks Barcelona.

Violeta Lila