Séptimo: no robarás

Opinión:

Pocos años después de su fallecimiento, la huella de Paolo Prodi sigue presente en el ámbito de la historiografía, especialmente entre los estudios dedicados a la historia de las instituciones y al derecho romano y canónico, que fueron dos de los temas que más abordó a lo largo de su trayectoria académica. Profesor en las universidades de Trento, Roma y Bolonia, fundador de la influyente revista "Il Mulino" y del Instituto Histórico Italo-Alemán, Prodi es una figura central en la historiografía contemporánea. De ahí la relevancia de su incorporación al catálogo de Acantilado con el ensayo "Séptimo: no robarás", un análisis riguroso sobre el hurto y el mercado en la historia de Occidente, concebido como cierre para una trilogía iniciada por "El sacramento del poder. El juramento político en la historia constitucional de Occidente" (1992) y luego seguida con "Una historia de la justicia. De la pluralidad de fueros al dualismo moderno entre conciencia y derecho" (2000), dos obras que analizan el pacto político y la administración de justicia, respectivamente. El denominador común entre los tres ensayos no es otro que el "foro", la plaza de la urbe, espacio concebido al mismo tiempo como lugar de negociación (sinónimo de feria y de mercado), como lugar de administración de justicia y como sede del gobierno de una provincia, acepciones estas últimas relacionadas con los "fueros" municipales de la península ibérica.

La hipótesis que defiende Paolo Prodi en "Séptimo: no robarás" sugiere que, entre los años finales de la Edad Media y los inicios de la modernidad, se formó en Europa un sistema mercantil unitario cuya evolución traería consigo el establecimiento del Estado de Derecho, la democracia y las libertades sociales y económicas. De ahí el interés del autor por analizar ciertos eventos históricos como la reforma de Gregorio VII y la reforma protestante, que tuvieron grandes impactos en la separación entre poderes políticos y religiosos y, en consecuencia, también en la ética económica. Tomando como punto de partida la idea del "fórum" como lugar donde se performan las dinámicas del poder, la justicia y el comercio, el ensayo explora en sus primeros capítulos la forja de algunas transformaciones sociales y religiosas que fueron necesarias para la redefinición de la noción de riqueza, y también para el surgimiento de nuevas normas y estructuras mercantiles, todas ellas relacionadas con el valor del dinero y con distintas prácticas socioeconómicas como el comercio, la contratación, la usura o el préstamo. En paralelo a esta conceptualización histórica, Prodi también analiza la percepción de la avaricia y de la codicia, enlazando los cambios económicos y sociales con los discursos morales -muchos de ellos de origen religioso- que pudieron influir en cada momento. 

Todo este análisis tiene como objetivo la definición de los roles que desempeñaron la Iglesia y el Estado en lo que Prodi llama "la república internacional del dinero", muy relacionado con los inicios de la globalización comercial. El análisis de la interacción entre estas entidades y el mercado internacional trae consigo, nuevamente, la necesaria atención a los discursos éticos y religiosos, que influyeron enormemente en la concepción social del robo. De ahí que la segunda mitad del libro, acaso la más relevante para su cometido, esté centrada en la evolución moral del "hurto" y de sus implicaciones éticas (en tanto que pecado), económicas (en la forja de unas leyes concretas que regulan el mercado) y jurídicas (hasta la institucionalización del robo como delito dentro del sistema legal del Estado). Todo ello, por supuesto, se expone con un exquisito rigor historiográfico, tal y como demuestra el selecto y minucioso uso de fuentes bibliográficas, todas ellas debidamente anotadas en las notas a pie de página.

De esta forma, Paolo Prodi traza una línea coherente que conecta la evolución de las normas éticas y legales sobre el robo con el desarrollo del mercado y las estructuras de poder en Occidente. Con ello, además, el ensayo invita a reflexionar sobre los procesos históricos que catalizaron la globalización comercial y que terminaron asentando las bases de nuestro sistema económico y mercantil.

Darío Luque