Samsón y Nadiezhda

Opinión:

"Samsón y Nadiezhda" es una novela policiaca ambientada en la convulsa posguerra tras la caída de los zares en Kiev. Lejos de tratarse de "un Sherlock Holmes en Kiev", como reza la fajilla, el libro no tiene ni la densidad ni la seriedad de esos clásicos literarios, sino que no pierde el toque de absurdo con el que Andréi Kurkov impregna todas sus obras, que no por ello renuncian a tratar temas duros y situaciones complejas.

Vamos, que el lector que busque una novela negra al uso quedará un poco desconcertado con este libro, aunque no carezca de acción y de un caso policial que investigar, ya que hay bastantes elementos que no encajan en lo que uno esperaría de este género. No obstante, son esos elementos los que le dan mayor valor a la lectura y a la pluma de Kurkov, ligera pero siempre certera.

Salvo por un toque de realismo mágico (el protagonista puede oír por su oreja cortada y aprovecha ese don para escuchar en lugares donde no está presente), es una novela completamente realista y con una ambientación muy lograda, trasladándote a una ciudad sumergida en el caos, opresiva, en la que la violencia está a la orden del día y salir por las noches es bastante aterrador. La autoridad, además de inestable, no tiene inconveniente en requisar lo que le viene en gana y es de gatillo fácil, por no hablar de que muchos de los soldados son de todo menos honestos.

Además de la corrupción, también hay una gran burocracia (muy representada en Nadiezhda, personaje que, aunque aparezca en el título, en realidad sale bastante poco, y solo como interés romántico de Samsón) y un descontrol en la gestión de recursos que hace que hasta los bienes más básicos como la sal sean a veces escasos.

El protagonista cae simpático, anda perdido, como muchos de los personajes de este autor, y parece moverse arrastrado por las circunstancias. Aun así, se toma su nuevo trabajo en serio y decide empezar a investigar por su entorno más cercano: los dos soldados que ahora debe alojar en su casa. Por desgracia, lo que encuentra cuando empieza a investigar no tiene ningún sentido, y empieza a verse en situaciones a veces peligrosas, a veces absurdas y graciosas. Además, como nadie le ha explicado los procedimientos y no tiene herramientas suficientes, sus métodos son tan poco convencionales como encargar que acaben un traje a medida para averiguar la constitución de su sospechoso.

La novela finaliza, ya que se resuelve el caso, aunque queda bastante claro que pertenecerá a una serie y que tendremos Samsón para rato. Lo espero impaciente porque esta, desde luego, ha sido una lectura muy amena e interesante.

Déborah F. Muñoz