Hiraeth, el final de la travesía 2

Opinión:

El planteamiento del tomo uno de "Hiraeth. El final de la travesía" consiguió implicarme con la historia y con el mundo mágico planteado, basado en el folklore japonés, que tiene una gran originalidad en todos los aspectos. La verdad, le tenía un poco de miedo a la continuación, porque desde donde se quedó podía haber un desarrollo muy potente o uno terriblemente malo. Por suerte, la balanza se ha inclinado hacia el primer caso.

El viaje de los protagonistas continúa y, para frustración de Mika, no van tan rápido a su destino como esperaban, ya que hacen numerosas paradas, y no solo para que Pol se despida de los dioses de otros templos, sino también para visitar lugares de interés, preciosamente dibujados por Yuhki Katamani. La joven, sin embargo, va siendo afectada por lo vivido y por los encuentros, aunque sigue teniendo un claro propósito y no renunciará a él.

Además, durante el viaje se topan con Chihiro Awashima, una investigadora del folkore que se ha obsesionado con encontrar a Hibino, el hombre inmortal, y desvelar sus secretos. Con ella encontramos otra forma de enfrentarse a la muerte: el miedo y la obsesión por alargar la vida mediante la ciencia. En este caso, además, el personaje tiene una visión muy científica y está convencida de que tras la muerte solo nos espera la nada, sin tener tampoco consuelo en la religión, lo que hace que esté más desesperada.

Al hilo de su investigación sobre Hibino, conocemos también algo más sobre el pasado de este, confirmando lo que ya sabíamos: que, aunque vaya de duro, en el fondo es un gran tipo. Aparte, se profundiza en la divinidad sin nombre, Pol, cuyo viaje también le está cambiando por lo que implica y porque va perdiendo esencia divina mientras que tiene contacto con los humanos.

La narración, a pesar de sus varias capas de profundidad y sus metáforas, no decae en ningún momento, lo cual no implica que renuncie al lirismo o al detallismo en las ilustraciones. El final acaba, además, con lo que podría ser una revelación sorprendente que hace que esté deseando tener en mis manos el próximo tomo, que probablemente sea el último.

Déborah F. Muñoz