Zodiac

Opinión:

En primer lugar hay que destacar la originalidad de la puesta en escena de la novela; no obstante, el lector se encontrará en una sociedad dividida en función de los signos del Zodíaco, en la que los Capricornio son los amos del poder y los Aries son los marginados.

Esta peculiaridad de la ambientación también afectará a la manera de resolver el asesinato. En principio, los posibles sospechosos son aries. Lo increíble es que sean las cartas astrales las que ayuden a resolver el caso ¿o no?

Desde luego, de entrada la historia parece sumamente interesante y bastante diferente a otras novelas policíacas. Plantear una sociedad en la que las personas están destinadas a seguir un patrón sólo por su fecha de nacimiento es algo novedoso, ya que no se intuye una discriminación por etnias o por dinero. Lo raro es encontrar una discriminación por fecha de nacimiento, así descubriremos que muchos padres adelantan o retrasan el nacimiento de sus hijos para que sean del mismo signo que ellos; porque hasta las relaciones entre los signos están marcadas: nadie debe relacionarse con una persona de un signo diferente.

Es sorprendente llegar a pensar que el hecho de nacer bajo un signo pueda determinar tu vida, amor, trabajo, etc.; seguro que los que creen en la astrología tendrán algo que decir al respecto.

Al ir introduciéndonos en la historia descubriremos que determinadas rencillas familiares e intereses políticos torpedearán la investigación, al tiempo que los aries intentarán luchar contra un sistema cada vez más opresivo para con ellos. Muchas mentiras y secretos saldrán a la luz, al tiempo que un extraño complot orquestado en el pasado, poniendo en peligro la vida de nuestros protagonistas.

El detective Burton encierra un gran misterio del cual él mismo es desconocedor. Pero como todo buen tauro intentará hacer oídos sordos y llevar a cabo el trabajo que tiene encomendado.

A pesar de la novedad que supone la ambientación, los problemas sociales que plantea son los mismos que en una sociedad normal. La protesta, el deseo de mejorar socialmente, la lucha de aquellos que no se sienten identificados con los supuestos rasgos que los definen, etc. es moneda corriente también en esta sociedad distópica.

La historia se contará en dos tiempos. Uno pasado y otro presente que transcurren de modo paralelo. En un principio, el lector intentará encontrar la relación que existe entre ambas historias, algo que no logrará averiguar hasta su completa unión, casi al final de la novela, lo que hará mantener la tensión y la incertidumbre en todo momento.

La narración es sencilla y fácil de seguir, aunque al principio puede costar un poco entrar en la historia debido al análisis de los rasgos de los signos y otros pequeños detalles que pueden hacer que el lector se pierda. Sin embargo, una vez entendidos los conceptos iniciales propuestos por el autor, la novela gana fluidez y dinamismo. Sin embargo, no es de una acción trepidante, sino que poco a poco los protagonistas irán descubriendo aspectos que al unirlos les ayudarán a resolver el asesinato.

Al principio de la novela aparece una somera descripción de cada signo para que podamos identificarlos sin necesidad de que la historia nos diga a qué signo pertenece. Menos mal que el autor, aún así, no ha dudado en apuntarlo a lo largo de la historia, porque aunque algunos estaban bastante claros, otros no lo eran tanto.

En fin, el lector encontrará una novela amena, entretenida y con una ambientación diferente a la habitual que le mantendrá en vilo hasta el final, que por otra parte resulta totalmente sorprendente.

Mila L. Castelo