«Viaje de invierno» de Schubert. Anatomía de una obsesión

Opinión:

Nada más empezar el ensayo, Ian Bostridge sitúa al lector en lo que fue la tormentosa composición de "Viaje de invierno": un largo trabajo interrumpido por enfermedades y por cambios de humor al final de la corta vida de Franz Schubert (murió con 31 años). En cualquier caso, Schubert compuse este ciclo de lieds con pasión y con un trabajo esmerado de plena dedicación; no en vano, el subtítulo que lleva la obra de Bostridge es "Anatomía de una obsesión". En efecto, el autor se propone analizar cada mínimo aspecto de las veinticuatro canciones del ciclo para profundizar en el entendimiento de la sensibilidad y de los recursos schubertianos.

La empresa que Ian Bostridge se propone con "«Viaje de invierno» de Schubert" es ambiciosa, pero su largo currículum avala dicha labor. Bostridge es uno de los tenores más reconocidos del panorama europea, y además es doctor en Historia y Filosofía, y colaborador habitual en periódicos como "The Guardian" o "The Times". Así, opta por aprovechar sus intereses eruditos e investigadores para penetrar en las profundidades de una serie de canciones que él se ha dedicado a cantar en numerosas ocasiones por toda Europa.

El resultado es digno de admiración. Tras una breve introducción que sitúa al lector en la composición y la historia de "Viaje de invierno", se despliegan veinticuatro capítulos, uno por cada canción que Schubert compuso inspirado en los poemas de Wilhelm Müller. Su análisis, en cualquier caso, no es el que se emplea habitualmente en los ensayos musicológicos: Ian Bostridge opta por abandonar tecnicismos y partituras, y se decanta por un análisis temático, estilístico y de recursos, en el que se prioriza el poder de la palabra como canalizadora de sentimientos. No extraña esta posición del autor si se tiene en cuenta que "Viaje de invierno" fue una obra clave en el Romanticismo alemán, movimiento caracterizado precisamente por esa primacía de la emoción.

Eso sí, quizás el lector canónico se sentirá agobiado por la escritura laberíntica de Ian Bostridge, pues el tenor aborda temas de toda índole (literarios, sociológicos e históricos) antes de penetrar en el análisis de las canciones propiamente. Así, "Viaje de invierno" se concibe en esta obra como un pretexto -válido e interesante- para trazar una crónica del movimiento romántico, en la que aparecen personajes de toda índole, como Charlotte Brontë, Goethe, Tieck o Coleridge. A su vez, estas referencias aparecen reforzadas por la presencia de otras citas y lecturas, como las de Steiner o Zizek, que enriquecen el texto con una perspectiva filosófica.

En definitiva, "«Viaje de invierno» de Schubert" es un ensayo que desborda las fronteras de la música y la pone en relación con todas las artes y formas de pensamiento.

Darío Luque