Una Europa de bajas emisiones. 80 rutas inspiradoras y sostenibles para viajar sin volar.

Opinión:

"Una Europa de bajas emisiones. 80 rutas inspiradoras y sostenibles para viajar sin volar" es el libro ideal para el que quiera viajar, pero le preocupe dejar una huella de carbono, con opciones (indicadas en el lateral con una leyenda) para todo tipo de viajeros (desde gourmets hasta apasionados del arte o la historia, gente que busca relax o naturaleza...).

Viajar en avión es de lo más contaminante, así que presenta todo tipo de opciones de transporte que prescinden de esta vía. No obstante, dependiendo del punto de origen del viaje, es un poco complicado no utilizar este medio de transporte para llegar hasta allí. Sí que te dicen algunas conexiones para alcanzar el punto de origen, pero en general no son en España, sino desde otro país, y llegar desde cualquier punto de España implica muchas horas, incluso días, si no utilizas un avión.

Tampoco está hecho para todos los bolsillos: aunque algunas de las rutas son más asequibles, la mayoría son un poco caras si tenemos en cuenta que el presupuesto proporcionado no incluye comidas ni alojamientos. Además, otras implican caminar o utilizar la bicicleta entre distintos puntos, así que hay que estar en forma si quieres optar por hacerlas (y, por supuesto, saber montar en bici). También hay alguna que requiere saber conducir, porque hay que alquilar coche eléctrico entre distintos puntos. Algunas de las conexiones entre ciudades tampoco tienen mucha frecuencia, por lo que hay que ser bastante flexible en este aspecto y necesitas tener buenas habilidades de organización para montar los trayectos.

A pesar de ello, la forma de viajar que presenta tiene mucho encanto: sin prisas, yendo ligero, disfrutando del paisaje y conociendo sitios que no suelen estar en las rutas convencionales. Como lo hacía la gente hace unos años, en tren, en ferry... Una forma de hacer turismo pausada y a otro ritmo que nos hace pensar de otra manera y darnos cuenta de la repercusión de nuestros viajes. Por eso, además del esquema de conexiones, el mapa, el presupuesto e información sobre el transporte, la logística y la duración de los trayectos, se nos da la información sobre la huella de carbono del viaje por kilómetro y persona. Yo desde luego me he apuntado unas cuantas rutas y, en cuanto me sea posible, organizaré un viaje basándome en el libro.

Déborah F. Muñoz