Un vestido a mi medida

Opinión:

Aparte de las historias románticas, en plural porque hay más de una, que recorren las páginas de "Un vestido a mi medida", destaca sobremanera la conflictiva relación entre la madre y la hija, en la que cada una tiene sus razones, pero que, tal cual es habitual, se las guarda dentro, por lo que cada vez que se encuentran aparece una barrera infranqueable entre ellas y la discusión está asegurada.

El diagnóstico de una enfermedad degenerativa incurable provocará un punto de inflexión y será lo que abra la posibilidad, o mejor dicho la obligación de que haya, por fin, si no comprensión, que eso está más allá de sus capacidades de empatía, una mínima comunicación entre ellas, claro que lo de renunciar a sus convicciones estará por ver, que por algo comparten genes y carácter.

La estructura narrativa alterna el foco de la acción entre una y otra, diferenciando con claridad de quién se trata, lo que permite seguir el hilo de la historia con facilidad. Así ocurre que cuando es Iris, la hija, esta se expresa en primera persona; mientras que si es una escena propia de Carmen, la madre, el desarrollo es en tercera persona.

Si bien la historia empieza en Barcelona, luego surge la idea de viajar en busca de recuerdos y sensaciones vividas antes de que desaparezcan destruidos por el avance implacable del próximo deterioro. Es entonces cuando también aparecerán los secretos guardados durante toda una vida, abriendo nuevos conflictos y heridas.

Visto así, cabría pensar que en esta novela dominaría un ambiente melancólico y lleno de tristeza y de reproches. No me ha parecido así, sino que predomina la vitalidad y el enfrentarse a los problemas con buen ánimo, de tal manera que la historia deja en el lector un complejo poso de emociones.

En mi consideración, "Un vestido a mi medida" es una muy buena novela que discurre por una líneas románticas y realistas a la vez, dejando los miedos a un lado y que transmite un mensaje positivo, proporcionando una lectura muy interesante.

Selin