Tombuctú

Opinión:

Posiblemente el de Paul Auster sea uno de los nombres con más repercusión en toda la literatura americana. Autor de numerosos libros de novela, poesía, relato e incluso guiones cinematográficos, bien es cierto que no todos sus libros han causado tan buena acogida entre los lectores como "Tombuctú", publicado originalmente hace poco menos de veinte años. De hecho, esta breve novela editada ahora por Austral tiene uno de los elementos clave para el éxito: su protagonista es el mejor amigo del hombre, Míster Bones, un perro que acompaña al vagabundo Willy G. Christmas.

Willy G. Christmas es el seudónimo de William Gurevitch, un escritor y vagabundo que ha sufrido mucho en la vida hasta llegar a esa situación. Tras problemas con las drogas y con enfermedades mentales, su soledad existencial se ve alterada debido a la llegada de Míster Bones, un perro que él acoge como mejor amigo. De hecho, vagabundo y perro se hacen tan cercanos que dialogan y discuten diariamente como si entendieran cada uno el idioma del otro. La apacible monotonía de sus vidas se ve alterada por la enfermedad de Willy, que no tarda en verse cercano a la muerte. Por ello, decide emprender un viaje hacia Baltimore en busca de Bea Swanson, quien fue su profesora de inglés en la escuela, con el objetivo de legarle sus manuscritos y el cuidado de Míster Bones.

La única crítica que puede hacerse a "Tombuctú" es la misma que recibe Paul Auster en todos sus libros: sobran páginas. El autor se extiende en largos monólogos interiores que no vienen a aportar nada a la historia, sino que simplemente añaden volumen al grueso del libro y aburren al lector. Por suerte, en el caso de esta novela, que apenas pasa de las doscientas páginas, este hecho se limita a la primera mitad del libro, que es la narrada desde la perspectiva de Willy. En cuanto la narración se centra únicamente en los ojos de Míster Bones, todo se agiliza y la novela se convierte en una apasionante historia de aventuras con momentos de emoción, de humor y de tristeza.

Quizás a algunos lectores pueda molestarles el factor sorpresa que Paul Auster se permite utilizar a lo largo de la narración, pero en mi opinión es uno de los puntos fuertes del libro. Al leer la sinopsis de "Tombuctú", uno ya cree saber cómo va a transcurrir la narración y cómo acabará la novela; sin embargo, hacia la mitad de la novela, Auster da un giro inesperado de los acontecimientos y la libertad de acción parece tomar el control de la novela. Leer ahora esta novela de Paul Auster, publicada inicialmente en 1999, permite reflexionar sobre cómo ha ido cambiando su narrativa. "Tombuctú" es un ejemplo de las gloriosas novelas que pudo escribir Paul Auster en otro tiempo.

Darío Luque