Todos nosotros

Opinión:

He leído un maravilloso thriller cuyo comienzo es el fondo de una película en blanco y negro acompañada de unos disparos reales. Un prólogo bestial que atrapará al lector hasta el final. 

Una absorbente intriga criminal dentro de un lenguaje vivo, sobrecogedor repleto de momentos crueles de leer. No faltará nada perteneciente a la jerga policial, como son los bajos fondos, los duros interrogatorios, acompañado todo ello de una magnífica documentación de los acontecimientos políticos y sociales que marcaron esas dos épocas de la sociedad española.  

Será en Madrid donde se produzca toda la acción, sus calles se convertirán en un personaje más. Una novela urbana, aunque algunas partes se llevan a cabo en plena naturaleza, pero nuestros protagonistas se moverán por descampados, bares y locales de renombre. Estamos ante una novela de personas buenas y terribles. Interesantes secundarios muy bien construidos ayudan a reforzar una trama cuyo protagonista principal es el inspector jefe Diego Álamo. Un metro ochenta de estatura, ojos verdes y siempre bien vestido con una de esas gabardinas de gánster. Destacar a Mónica su pareja, relación que aportará a la novela momentos de buen erotismo que se agradece ante tanta violencia. 

En "Todos nosotros" hay malos, pero malos de verdad. Javier Menéndez Flores ha creado auténticos perfiles de criminales. Hombres, si es que se les puede catalogar de esa forma, no conocen la piedad, sádicos, torturadores, verdaderas bestias de generar terror, dejando caer unas frases que, por favor, me dolía hasta el alma, porque sé que esos monstruos existen de verdad. La escena de cuando arrastra por las escaleras a una de ellas cogiéndole los pies mientras se va dando golpes en la cabeza en cada escalón, puedes tocar la violencia, alargar la mano y acariciar su rostro ensangrentado, el autor hizo un trabajo espeluznante de violencia física, cadenas, grilletes en el cuello, también hay psicológica para que entiendan que les espera el puro horror. Por si esto fuera poco, todo esto lo sitúa en escenarios macabros, lúgubres, auténticas casas de los horrores.  

Lo más difícil de llevar en la lectura será seguir a las víctimas. Chicas jóvenes que sabremos de ellas por sus nombres y apellidos, que trabajaban, estudiaban y salían a disfrutar en su tiempo libre de la noche madrileña, sin saber que terminarían en manos de unos depravados. Repito, es duro de leer, tal vez porque podríamos ser cualquiera de nosotras. Un libro que nos grita que el mal nunca duerme. Todavía me cuesta asimilar lo leído. 

Una historia a la que no le falta su banda sonora, una novela salpicada de inolvidables citas musicales, Radio Futura, Nacha Pop, Mecano,  The Clash, Ramones, entre otros. 

Novela de suspense que nos hará reflexionar sobre lo complicado del ser humano y sus zonas más oscuras e inexpugnables, pero también sobre la todopoderosa fuerza del amor. 

Un final demoledor imposible de olvidar. Una trama que os perseguirá durante muchas de vuestras noches en vela. 

Una muestra más de la calidad escrita en este país. 

Violeta Lila