Supersaurio

Opinión:

"Supersaurio" es la historia de Meryem, pero también es la historia de toda una generación. La historia de la generación más formada y más precaria, a la que se le han vendido una serie de cosas que luego no tienen nada que ver con la realidad. Una generación a la que, cuando se da la hostia contra el mundo laboral, se le cae el mundo encima. Y una generación que tiene que adaptarse al sistema, que va pisando sus sueños poco a poco para formar parte de él y, si no prosperar, al menos mantenerse a flote.

A ser un millenial le añades el hecho de ser mujer y tener que soportar el machismo a todas horas y en todos los ámbitos, y además pertenecer a una minoría, en este caso que nos ocupa el origen musulmán. Con eso, tenemos todos los ingredientes para que una historia corriente sobre una joven que consigue su primer trabajo como becaria y tiene que tragarse la bilis y aguantar mil perrerías para continuar en el juego, se convierta en un libro con el que es fácil empatizar.

Es raro encontrar un millenial que no se haya encontrado con algunas de las situaciones laborales que describe Meryem El Mehdati. Yo misma he tenido que aceptar trabajos precarios y alienantes, me ha tocado callarme más de lo que me gustaría y sonreír cuando lo único que me apetecía era ponerme a gritar. No he tenido vida entre semana por la combinación de horas extra más vivir en el quinto pino (no hace falta ser de Canarias para tener ese problema: en Madrid también somos infinidad los que tardamos más de una hora en llegar a trabajar) y a veces se me ha olvidado que no voy a heredar la empresa.

A mí también me han cambiado el nombre tanto sin querer como queriendo (y eso que de Bárbara o Verónica a Déborah hay un trecho).  Y tengo amigas y conozco a gente que ha vivido casi todas situaciones descritas (desde llorar en el baño hasta ansiedad, síndrome del impostor y desmotivación, o necesidad constante de validación). Es más, apostaría a que a mí y a mi entorno les han ocurrido prácticamente todas esas situaciones salvo el tonteo con un compañero de trabajo mayor.

Es imposible no identificarse, y además la autora lo narra todo con un humor negro e irónico a veces y una sinceridad aplastante otras, intercalando la historia con fragmentos de fanfics e incisos, y con distintos estilos de escritura en función del estado psicológico de la protagonista.

En definitiva, es una historia que habla de madurez, de precariedad, de las dos Canarias (la de los guiris y la de los locales), de racismo, de feminismo, de salud mental, de bofetadas de la realidad, de desigualdad, de mobbing y de muchos temas más de una forma cercana, contada como si fuera una amiga. Y tiene el final que tenemos casi todos, por más que lo queramos evitar. 100% recomendable.

Déborah F. Muñoz