Stranger Things 3. Fuego

Opinión:

"Stranger Things: Fuego" es una oportunidad para ver a varios de sus personajes en un mismo volumen: desde Mike, su hermana Nancy, el novio y Once, hasta Kali o los últimos que conocimos y que salvaron la vida: Ricky y Marcy. O sea que aparecen los protagonistas de los volúmenes 1 y 2 en este 3º.

Este volumen comienza con lo que parece un cuento de hadas pero con un punto tétrico. Es Jamie quien lo está viviendo abandonada a una ilusión que le parece muy vívida. Aunque su poder es el fuego, esas son reminiscencias de algo que se sabrá después. Paralelamente su hermana gemela, Marcy, que huyó del laboratorio con Ricky aprovechando la confusión cuando la madre de Once entró con la pistola a buscar a su hija, comienza la búsqueda de respuestas. Ya toca. El laboratorio ha cerrado, están matando a científicos, y Ricky y ella piensan en Ocho. Si hacéis memoria, Ocho es Kali, la joven que vivía en la calle con un grupo de chicos y chicas que estaban vengándose de lo que el proyecto MK Ultra hacía a los niños como ella. Así pues aquí veremos también a Kali, que será quien de la pista más importante sobre la gemela Jamie.

A Ricky lo recordamos del volumen anterior porque se unió a Francine (Seis), la pelirroja, para que todos pudieran escapar. Aquí toma el rol de hermano mayor (o debería decir que continúa con él, pues es lo que necesita las adolescentes para salvarse, alguien que las coja de la mano y las proteja). Jamie se quedó en nuestras retinas como una cría enferma y desgastada que iba a morirse, pero lo que queda de ella es una sensación mucho más distinta de la que había compartido hasta ese momento con su hermana: rabia. Ojo que Jamie tiene el poder del fuego. Entonces ¿por qué el doctor Brenner la abandona, ya no la quiere? ¿Y dónde está ahora? ¿Qué planes tiene? Todo eso y más se lee en este volumen.

De nuevo tenemos un cameo de Once en un par de recuerdos, pero la cosa no acaba ahí. Cuando más o menos se resuelve el caso de las gemelas, la historia nos lleva de nuevo a casa de Mike, y ahí vivimos unas horas de su vida en las que su hermana y su chico recuerdan lo que le pasó a Will y cómo se perdió Once por el camino.

En este volumen al margen de la novela gráfica propiamente dicha, como no está centrada en el mundo del revés, son los ilustradores extra los que nos regalan dibujos del demogorgon, aunque en un recuerdo de la hermana de Nancy también aparece.

Lo cierto es que es lógico que si ya nos contaron qué había al otro lado, ahora se centraran en qué pasó con los que estaban involucrados, y son (y eran) especialmente interesantes las víctimas, los y las jóvenes prácticamente capturados contra su voluntad para participar en un proyecto secreto de la CIA que aunque entre dentro del género de la ficción especulativa, no deja de tener un punto de realidad: buscaban explotar los poderes psíquicos, y en eso se basa Stranger Things.

En esta ocasión valoro mucho que el guion de Jody Houser se atreva a incluir distintos grupos de personajes, los una y conforme con ellos una continuidad reconocible. De nuevo el dibujo cambia de manos, ahora le toca el turno a Ryan Kelly, que hace un trabajo más que aceptable. A Kali, por cierto, se la reconoce nada más verla (desde portada incluso).

Esta serie de Norma Editorial comenzó con la historia de Stranger Things pero contada desde el otro lado, con las vivencias de Will. Luego ha continuado con las vidas de los chicos explotados en el laboratorio, y tengo la impaciencia de saber si veremos reflejada la serie tal cual la vimos en netflix pero en novela gráfica.

Sea como sea, la recomiendo sin ninguna duda, es una colección fantástica. Se complementa, como los otros volúmenes, con láminas extra de otros ilustradores, y sigue respetando el formato en tapa dura y color. Maravillosa.

Anika Lillo