Soria Moria

Opinión:

No sé qué tienen las novelas de Espido Freire que jamás se me resisten, incluso cuando creo que el ambiente o el tema no será de mi agrado, me descubro pegada a su forma de escribir, a sus páginas y a sus personajes.

Espido Freire presenta en "Soria Moria" su famoso "as en la manga" en la primera página tras la carta de Scott a su prima. Ahora -pienso- sólo queda esperar. Pero antes de la mitad del libro surge un nuevo imprevisto que no esperamos, una de esas muertes con malicia y secreto incluído. Un aliciente más para el lector.

Y no le basta con ello. En un momento dado se produce un hecho ilusorio y surrealista entre una madre y su hija en el sótano, escalofriante y cruel, atroz, dejándonos boquiabiertos. Este pequeño inciso nos basta para hacernos reflexionar hasta qué punto las obligaciones y la represión pueden llevar a perder la cordura.

Novela intimista, llena de intereses que interrumpen la inocencia de los más jóvenes, provocando en ellos ideas confusas, temores, sueños rotos, celos, envidias, infelicidad y, sobre todo, una necesidad imperiosa de refugiarse y volver a la Soria Moria que han creado para no abandonar sus anhelos, sus vidas, esas que querían para ellos.

No se nace siendo inevitablemente perversa o interesada. Espido Freire retrata con gran acierto el proceso por el cual hasta los más jóvenes son capaces de aprender. Muchas cosas dependen de ello en las jóvenes de "Soria Moria", como el estatus social, la necesidad de tener un futuro asegurado, la vanidad o el complejo, nunca la culpa -¡qué curioso!-, pues la historia que nos plantea no es sólo una lucha entre las hijas con los planes y aprendizajes de sus madres, si no la lucha de las propias madres.

"No hay mayor triunfo para la mujer que la derrota de otra, hija. Ni siquiera la muerte" (Cecily Hamilton, página 251)

A la jovencita Lola le preocupa más el sentimiento de fracaso de su madre que el suyo propio, y todos estos pequeños detalles de su personalidad nos harán sentir pena por ella. Pero ¿estaremos equivocados?

Lo cierto es que Espido Freire ha retratado, como siempre, de una forma impecable la época, el ambiente, los personajes, las personalidades, y aquello que, a dosis pequeñas, nos va mostrando para escarbar en las mentes más frías y calculadoras.

Algo que agradecerle, finalmente, es que en las últimas páginas tenga el detalle de contarnos a través del diálogo (que empezó al inicio del libro) entre Lola e Isabella, cómo siguieron siendo sus vidas después de que Soria Moria desapareciera de sus posibilidades. Muchos escritores tienen por costumbre dejarnos con la miel en los labios en la última página, convirtiéndonos en ignorantes de aquello que seguiría después -que no existe pero que no queremos creer que es así-, y algunos hacen uso de los epílogos para darnos una pequeña muestra de lo que ocurrió después, y en las novelas como ésta donde los personajes se acercan tanto al lector, es de agradecer que no se nos deje colgados, porque los lectores queremos saber cómo acabó todo. Gracias, Espido, por permitirnos conocer qué fue de sus vidas.

Anika Lillo