Serge

Opinión:

«Ignoro qué hizo que los hermanos conserváramos esa connivencia primitiva, ni nos parecíamos ni estábamos tan unidos», reflexiona el narrador de "Serge", poco antes de sentenciar que, normalmente, «los hermanos se deshilachan, se dispersan, al final solo los une un lazo sentimental o conformista». En efecto, la imposibilidad de esa dispersión familiar es uno de los ejes que explora Yasmina Reza en esta novela, tomando como pretexto un acertado reclamo contra el turismo: los tres hermanos de la familia Popper, hijos de judíos no practicantes de origen húngaro, emprenden un viaje al campo de exterminio de Auschwitz para enfrentarse al legado histórico, moral y emocional que han dejado atrás sus progenitores. Es el fallecimiento de la matriarca -y la banalidad de sus últimas palabras- el acontecimiento que, nada más abrir la novela, ejerce como detonante y catalizador del conflicto familiar. Pero son también los pequeños lances de la vida doméstica los que hacen avanzar la trama y nos permiten conocer las vicisitudes y las particularidades de cada uno de los personajes.

Serge, el hermano mayor y quien da título a la novela, acaba de separarse de su última pareja, Valentina. Al mismo tiempo, y pese a hacerlo todo profundamente contrariado y resentido con el mundo, se ha propuesto consentir a su hija Josephine en dos cosas: comprarle un apartamento y organizar el viaje a Auschwitz. Jean, el hermano mediano, es quizá el más modesto y solitario de todos ellos: sin haberse casado ni formado jamás una familia, vive solo y comparte una relación cómplice con Marion y con su hijo Luc. Nana, la hermana pequeña, está casada con Ramos Ochoa, de origen español y víctima de las bromas y recelos de sus cuñados. Además, cuida y se preocupa por sus dos hijos, Margot y Víctor, y en especial por el futuro de este último dentro del mundo de la hostelería. Las relaciones de los tres hermanos, así como las pequeñas familias -unas más estables y otras fugaces- que han formado, son el verdadero asunto de esta novela.

Y es que, tras el pretexto de un viaje familiar a Auschwitz, se esconde una disección de la familia -entendida como institución social y afectiva- desde la ironía y el humor negro. No en vano, Yasmina Reza propone multitud de modelos familiares, cada uno con distintas implicaciones morales y emocionales: la familia unida de Nana y Ramos Ochoa, la soledad de Jean o su vinculación anárquica con Marion, la disfunción que supone un padre divorciado en el caso de Serge o su implicación emocional con Marzio, el hijo de su expareja. Por supuesto, no deja de ser interesante toda la escena en Auschwitz, pero cobra más protagonismo la tensión entre los tres hermanos que la crítica contra el turismo que la autora había previsto a priori como reclamo para su novela.

En cualquier caso, debo ser sincero: aunque "Serge" es un libro muy bien escrito, con un estilo profundamente personal y una incalculable cantidad de detalles, al terminarlo siento que la trama ha sido escasa. Recuerdo otras obras de Yasmina Reza, como "Un dios salvaje", que exploraban situaciones morales mucho más tensas y que, en consecuencia, desplegaban una mayor red de implicaturas en la mente de los lectores. En esta ocasión, en cambio, creo que la prensa y la propia autora han magnificado el contenido de la novela: ni es tan humorística, ni abre las puertas a reflexionar todos los temas que se presuponían, ni funciona realmente como novela cerrada. Dejémoslo en que es una magnífica prosa en torno a la familia, pero no se me ocurriría hablar en este caso de novela, ni de turismo, ni de judaísmo, ni de humor.

Darío Luque