Selección automática

Opinión:

Gracias a Alianza Editorial, que ya puso en circulación en 2019 su intrigante obra Mi marido es de otra especie, volvemos a contar con material en español de Yukiko Motoya (Ishikawa, 1979), autora de renombre japonesa y dramaturga galardonada. En esta ocasión presenta dos relatos largos/novelas cortas, la "Selección automática" que da nombre al volumen y "Mis eventos", en una nueva apuesta de la escritora por explorar las imposibilidades de la vida contemporánea, la complejidad de las relaciones y la lucha por mantener la cordura en un mundo desquiciado.

Trastornado está el protagonista de la segunda historia -empiezo por ella porque me parece más conseguida que la primera-, un carácter obsesivo llamado Katsuyuki que se prepara junto a su familia para protegerse de un poderoso tifón que amenaza con desbordar un río cercano. El protagonista, engreído, insoportable, se encuentra tranquilo porque vive en uno de los últimos pisos de un gran bloque, pero todo se complica para él cuando su mujer invita a los vecinos del primero a refugiarse en su piso. La narración está construida como una gran metáfora de los peligros del cambio climático y cómo nuestra estupidez ante los riesgos es en realidad el mayor problema al que nos enfrentamos. Resulta un relato muy interesante, que puede analizarse desde muchas perspectivas -he esbozado su enfoque desde el mensaje ecologista, pero podría bien analizarse a partir de las relaciones familiares, la convivencia vecinal y la idea de comunidad o las clases sociales- y que tiene por tanto una riqueza de matices enorme sin perder ese acercamiento de extrañamiento y existencialismo pardo que es marca distintiva de la autora.

El relato que da título al libro, "Selección automática", parte de una premisa igualmente interesante -una sociedad distópica en la que las personas se han abandonado a la tecnología, y en la que quien no se conecta las veinticuatro horas a internet es señalado como un bicho raro- pero se pierde en vericuetos infinitos y escenas acumuladas que no siempre respetan la comodidad del lector. La situación que se plantea es muy interesante y actual, sin duda: con una inversión de principios, en la sociedad representada por el relato la tecnología ha deshumanizado completamente a las personas, y solamente aquellos que están totalmente enganchados son aceptados como "normales" por el resto.

Los personajes de la autora japonesa a menudo se ven atrapados en caminos tortuosos y decisiones difíciles que los hacen perderse en un cúmulo de posibilidades, no solo en relación a los demás, sino también a sí mismos. Motoya se ocupa sobre todo de la psicología de sus personajes y su comportamiento, por eso les prefiere desconectados de la rutina y luchando por recuperar su propia identidad.

Autora con un toque distintivo que merece mucho la pena conocer.

Rafael Ruiz Pleguezuelos