Recursión

Opinión:

La novela comienza de una forma muy interesante porque esa enfermedad que parece pandémica no se sabe si es un virus, si se contagia con el contacto o con el simple aire que se respira. Eso lo hace muy intrigante.

Si no conoces el significado de la palabra "Recursión" mira el diccionario: es el título más idóneo para describir esta novela. El título original es el mismo y la editorial Nocturna ha hecho fenomenal en mantenerlo y no cambiarlo por otro más mediático.

El título y la imagen del 8 infinito que a su vez parece un laberinto... Es perfecto. Este es el continente de la trama. Idas y venidas a través del tiempo creando líneas paralelas temporales que cambian la vida de las personas pero…

En "Recursión" los peros son importantes, porque estos viajes se hacen a través de un experimento científico realizado por una mujer, Helena, cuyo fin era retener recuerdos para facilitar la vida de los enfermos de Alzheimer, sin embargo se topa con alguien que tiene otras intenciones mucho más perturbadoras. El otro pero -en el buen sentido de la palabra- es que esos viajes crean vidas de x años y no se olvidan, de modo que las personas empiezan a recordar vidas propias tan reales que, muchos, no pueden soportar. El por qué de este detalle tiene mucho que ver con la fragilidad mental de algunos, el horror de revivir su muerte cuando están vivos (y por tanto sentirla ¿os imagináis qué horror?) y un definitivo final que acojona al más valiente y que por ser un enorme spoiler no se puede contar.

Sinceramente, este libro es una auténtica pasada pero como es ciencia ficción y hay tanta gente reacia al género, no le gustaría a todo el mundo. Claro que… quién o qué le gusta a todo el mundo. Ni el chocolate.

Leyéndolo puedes recordar el día de la marmota, o la novela de Ken Grimwood "Volver a empezar", entre otras cosas, porque habla de vueltas al pasado y repeticiones de vidas, pero aunque aquí el leitmotiv es "parar" el hecho de que la gente recuerde todas las líneas temporales para que no se vuelva loca ni conozca cómo pueden acabar sus vidas, los personajes principales siempre serán Helena y Barry Sutton, el detective (en la línea temporal original). Ellos serán quienes luchen una y otra vez para intentar conseguir que la gente solo recuerde una vida, la actual, pero fallarán una y otra vez.

Esto hace que al inicio del libro la novela corra con normalidad, dándonos a conocer todos los detalles para que no nos perdamos luego en los intentos infructuosos de los intentos de arreglos, porque nos lleva a varios momentos del pasado. Es decir, al haber saltos temporales, también el lector tendrá que volver a otro año del que ya había leído una versión. A mí no me ha molestado en absoluto, al contrario, me ha encantado.

El final es precipitado ya, porque conoces cómo acabará todo y Blake Crouch nos invita a hacer varios viajes en capítulos muy cortos. Ya no necesita enrollarse, conocemos el proceso: buscamos la solución (bueno, la buscan Helena y Barry). De hecho el autor comienza hablándonos de déjà vus a los que Helena se ha acostumbrado en los últimos veinte años. Esta frase que puede pasar desapercibida tiene una importancia vital en la trama. ¡Pues claro que sí! Dices cuando has acabado el libro.

Uno de los personajes secundarios es el multimillonario que contrata a Helena, Marcus Slade, llevándola a una plataforma petrolífera de su propiedad, arreglada como laboratorio (alta seguridad), y por supuesto la lleva engañándola. Ella quiere ayudar a su madre con su Alzheimer y él quiere otra cosa. Pero curiosamente este hombre es quien tiene la clave para que todo finalice bien. Aparecen otros pero los principales son estos tres sin lugar a dudas.

La cuestión es que el detective Barry Sutton estaba casado y había perdido a su hija adolescente en un atropello con fuga, y poco después tiene ese recuerdo como si lo hubiera vivido, pero de alguna forma es un recuerdo extraño porque su vida ha sido distinta… y resulta que de pronto es compañero de Helena Smith, y ambos se convierten en dos Quijotes luchando contra molinos. Una y otra vez.

En "Recursión" por supuesto hay ciencia ficción, pero también hay acción, hay armas, hijas que un día existen y otro día no, amores, pérdidas y un tesón casi infinito por parte de Helena. Casi, porque ella no obtiene la respuesta que busca. La cuestión es ¿entonces qué pasará? Como el gran spoiler no puede contarse te quedas con la miel en los labios y si te animas, a por la novela. Eso sí, de la página final muchos se pueden quedar decepcionados, pero puesto que hablamos de nuevas vidas… ponle lo que quieras a los puntos suspensivos.

Si te gustan los viajes en el tiempo, los saltos temporales, los retos a contrarreloj… y aunque no entiendas de ciencia ficción quieras experimentar cómo sería recordar vidas que no has vivido… este es tu libro. De los míos sí es, sin lugar a dudas.

Yo solo sé que leí su anterior novela, "Materia oscura", y que ahora he leído "Recursión" y quiero seguir leyendo a Blake Crouch porque a estas alturas de mi vida necesito que me sorprendan y me abstraigan de la realidad, y él lo ha conseguido en uno de mis peores momentos personales.

Por cierto, una curiosidad: si lees los agradecimientos descubres que los nombres utilizados tienen que ver con personas que conoce al autor. Solo ha cambiado algunos detalles. Auténticos guiños para amigos y gente a la que admira o le ha ayudado en el camino.

Anika Lillo