Anika entre libros

Quién sabe si mañana seguiremos aquí

Ficha realizada por: Violeta Lila
Quién sabe si mañana seguiremos aquí

Título: Quién sabe si mañana seguiremos aquí
Título Original: (Salinja-ui-gieokbeop, 2019)
Autor: Kim Young-Ha
Editorial: Temas de Hoy


Copyright:

© Kim Young-Ha, 2019

© por la traducción, Seong Cholim y Kwon Eunhee, 2019 

corrección de estilo a cargo de Harrys Salswach

©  Editorial Planeta , S.A.,2019

Traducción: Seong Cholim y Kwon Eunhee
Edición: 1ª Edición: Octubre 2019
ISBN: 9788499987675
Tapa: Blanda
Etiquetas: frases célebres asesinos asesinos en serie drama novela dramática novela novela corta novela dramática desapariciones misteriosas Alzheimer demencia senil depresión pérdida de memoria policía Corea del Sur novela oscura Seúl
Nº de páginas: 160

Argumento:

Kim Pyongsu es un anciano con un principio de alzhéimer. Hombre tranquilo escribe poesía y suele recordar sus lecturas de los clásicos que leía cuando su memoria era buena. Lo que nadie sabe es que hace veinte años atrás, fue un asesino despiadado que mataba para sentirse vivo y alimentar con ello el monstruo que llevaba dentro. 

Ahora enfermo y cansado vive con su hija adoptiva cuyo nombre es Unji. Ella acaba de conocer a un joven, pero su padre reconoce el frío en la mirada de él y no le gusta. Está convencido que ella corre peligro. Deberá luchar contra sus recuerdos que se le van borrando mientras protege a su hija.

 

Opinión:

 

Increíble libro donde el autor, con mucha habilidad narrativa, junta el tema de los asesinos en serie con el padecimiento del Alzhéimer. ¿Qué ocurre cuando ni siquiera podemos confiar en nosotros mismos? ¿Qué queda? Un hombre acosado por la pérdida de memoria debe tratar de retener lo suficiente para resolver el misterio de su hija desaparecida

Kim Young-Ha nos escribió la historia con empatía, expresando lo que en verdad se siente ante la desaparición de un ser querido mientras el otro se pierde a sí mismo en su propia enfermedad. 

Una historia oscura contada en primera persona por un hombre que constantemente duda de su memoria ¿Podemos fiarnos de él? Ahí estará la clave de todo, deberemos ser nosotros los que juzguemos lo que es real de sus paranoias y alucinaciones. ¿Cuánto hay de verdad y de mentira? Él mismo dudará de muchas cosas haciéndonos dudar a nosotros. Todo eso le llevará a seguir las pautas de esa maldita enfermedad. Usará una grabadora para retener sus palabras y apuntará en una especie de diario los recuerdos, entre ellos los crímenes que cometió, antes que se borren para siempre. 

Por primera vez se siente bien de nuevo ante esos recuerdos, no hay arrepentimiento, en sí no hay nada, está convencido de que fue necesario matarlos para poder sentirse vivo. Nuestro autor nos adentra en cómo se siente un criminal ante sus asesinatos. Sabremos del deseo de dominar, monstruos humanos supurantes que se arraigan en el alma para causar dolor llegando a volverse insaciables. 

El misterio de la desaparición de su hija contra la de su memoria. Una lucha que se sabe perdida, pues a medida que el pasado se le vuelve a nublar y no es capaz de recordar lo que debía hacer, entenderá que sólo le queda el presente. Un presente en el cual su única obsesión es matar al que cree que se llevó a su hija, pero qué difícil es hacerlo si hasta el viento le trae de vuelta los gemidos de sus propias víctimas.

Sensibilidad a flor de piel con páginas donde a veces hay simplemente dos frases escritas llenas de rabia y sentimientos. Sabemos que es un asesino, queremos odiarlo, pero nos causa pena, en cierta forma entendemos que ya tiene su castigo.

Un libro cruel y humano en el que, independientemente de nuestras creencias, esperamos que algo de nosotros dure, permanezca. Kim Young-Ha  como buen oriental nos dejó en su historia un poso de enseñanza. Hay un pensamiento de que morimos tres veces. La primera es cuando nos damos cuenta de que hay un final para nuestros días. Ahí comprendemos nuestra mortalidad. La segunda vez es cuando morimos físicamente. La tercera es el momento final cuando se pronuncia nuestro nombre y nosotros ya no estamos aquí. Pero ¿y si no nos recordamos a nosotros mismos? ¿Qué pasa si nuestra propia mente nos traiciona? En esta historia, el asesino es engañado por su muerte cuando él mismo dice su propio nombre por última vez. 

Un desenlace de esos que rompen lo que tenías por cierto, inmenso, dramático, inolvidable. Pero ya os advertí que nada es lo que parece

Lo recomiendo a rabiar.

 

Violeta Lila 

 

 

 

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