Que vaya Meneses

Opinión:

Fernando Schwartz no es ningún autor nuevo sino que lleva ya años publicando novelas y colaborando como columnista en el periódico El País. También es un rostro conocido a raíz de su participación en el programa de Canal + "Lo + Plus" junto a Máximo Pradera. En 1996 recibió el Premio Planeta con su novela "El desconocido". Este 2019, de la mano de la editorial Espasa, publica una novela en la que el humor y la crítica se dan la mano: "Que vaya Meneses".

La novela transcurre en un país del África Negra imaginario: Matambezi que tiene frontera con Ruanda. Un lugar con el que España tenía relaciones diplomáticas pero que se rompieron a raíz del asesinato de un grupo de médicos y enfermeras. Hecho que nunca fue aclarado del todo. Pero, ahora, se ha descubierto que el país es rico en coltán y España no quiere quedarse al margen de sacar beneficio así que, el Ministro, manda a Patricio Meneses a Matambezi con el fin de que vaya preparando el terreno para una inmediata reanudación de relaciones. Cuando llega al país se instala en la antigua embajada cuyos trabajadores le confunden con el embajador.

Patricio Meneses va a contar, en Matambezi, con la ayuda de su amigo Atumu Kokomo quien, a su vez, tiene sus propios planes pero no va a renunciar a ayudar a Meneses. Porque, aparte de seguir los pasos para restablecer las relaciones diplomáticas, va a tener otra misión: va a averiguar qué fue lo que ocurrió y por qué este grupo de médicos y enfermeras fueron masacrados. Esta investigación le llevará hasta Inma. Ella es la única superviviente ya que logró esconderse. Ahora vive junto a unas monjas que la acogieron, desde que ocurrió este hecho no habla pero Meneses logrará que lo haga y relate lo que sucedió. Su testimonio pone los pelos de punta tanto a Meneses como al lector.

En el trasfondo de "Que vaya Meneses" está la guerra que asoló Ruanda en los 90 y que supuso el enfrentamiento entre Hutus y Tutsis. Conflicto que aún está latente en la sociedad. Disfrazado de humor la crítica que realiza Fernando Schwartz es muy mordaz. Por boca de los personajes va contando la cruel realidad sin disfrazar nada. También muestra la cultura africana con sus costumbres algunas de las cuales no acaban de ser entendidas por los occidentales. Logra que el lector se meta en la piel de los personajes y, de la misma forma que sorprende a Meneses, lo hace al lector.

Fernando Schwartz es un autor que domina el lenguaje. Escribe muy bien. Como es habitual en él, su novela está llena de ritmo, es muy ágil y, este toque de intriga, mantiene al lector en tensión. Todos los personajes son creíbles; el que destaca es Patricio Meneses, quien no pierde su porte pase lo que pase. Me ha enternecido la forma en la que trata a Bijou, la hija de Kokomo, y a Virginaly, la muchacha que trabaja en la embajada. Ambas niñas, además, tienen un gran simbolismo que el lector debe descubrir.

Es una novela que vale mucho la pena leer, no sólo por esta parte cómica sino por lo que denuncia.

Ysabel M.