Perdido en el paraíso

Opinión:

Este libro es de una inmensa belleza, tanto la historia que relata como su enorme calidad literaria, afortunadamente acompañada de una espléndida traducción. Un auténtico placer intelectual. 

Con la excusa de las tribulaciones del autor para levantar un jardín en un sitio remoto, sin agua, inaccesible, con todas las dificultades imaginables, esta obra nos sumerge en la compleja, y tradicional, realidad de una tierra geográficamente tan próxima como culturalmente lejana.

Con cada paso en su aventura, con cada semilla, planta, ladrillo, bancal, hilo de agua, plato de comida, fuego nocturno, diálogo, accidente, impedimento, o el más humano de los deseos, que definen esta historia, Pasti nos invita a compartir la formidable experiencia de crear un edén único e inesperado en medio de una hostilidad ambiental aparentemente insuperable.

Un libro que es una proclama en favor de la conservación de la naturaleza y una eficaz denuncia contra un desarrollismo destructivo, tanto en lo medioambiental como en lo social, porque además de perjudicar ecosistemas naturales, también rompe con tradiciones y formas de vida soliviantadas por unos penosos cambios falazmente legitimados por una presunta modernidad de cartón piedra.

Con el trasfondo del acarreo de la droga, del tráfico de personas, de las desesperadas huidas en frágiles embarcaciones a una Europa que promete un falso paraíso, el esfuerzo por levantar ese inexplicable jardín es un emocionante canto al ser humano, a su cultura, a la tierra donde habita, al valor de la amistad y de los sueños imposibles.

Un refugio contracorriente, desparramado en un sitio hostil gracias a la tenaz búsqueda y recuperación de plantas autóctonas, amenazadas por ese leviatán de hormigón que devora todo con su hambre insaciable de espacio. Un rincón que, como promete el autor, permite perderse en un paraíso, porque de eso se trata, de un sitio único en el que la naturaleza tolera al ser humano, concediéndole generosa la oportunidad de redimirse en el laberinto de sus hojas, raíces, tallos, de sus hilos de agua, de los juegos de luz y sombras, de las pícaras señales de sus colores, de los animales que encuentran un hogar inesperado, de los humanos que pueden sumar sus risas, sus miradas, sus palabras, incluso los olores de sus comidas, al estruendo de la vida libre de vulgares amenazas.

Una obra que describe una extraordinaria hazaña, dotada de una gran literatura que es un absoluto goce para los sentidos. Una obra culta, erudita, apasionada, terriblemente humana, muy bien escrita, que nos permite recordar la importancia de esas viejas sendas que ha de recuperarse para la salud mental colectiva.

Un libro tierno, tolerante, inteligente, respetuoso y a la vez exigente. Un libro especial muy recomendable para personas sensibles, preocupados por un mundo a la deriva, sobre todo para los buenos amantes de la vida, o dicho de otra manera, para todos los apasionados por la buena literatura, esa que usa la belleza del lenguaje y del relato como un impagable servicio para la humanidad. Un libro que es un lujo en los tiempos que corren, por una historia apasionante definida por el amor a la belleza que el mundo esconde.

Jorge Riet