pao

Opinión:

Pao es la primera novela de Kerry Young, finalista del Costa Book Award 2011 en la categoría de primera novela.

En 1938, siendo un niño, Pao, personaje que da nombre a la presente obra, llega a Jamaica con su madre y su hermano. El funcionario británico encargado de los visados de entrada al país lo inscribe como Philip Young; así, desde el principio, la autora ya nos insinúa el racismo existente en Jamaica, algo que estará presente a lo largo de toda la narración como fondo, no como un hecho destacado sino como algo natural de tan evidente.

Zhang, el mejor amigo de su padre fallecido, los ha traído a Jamaica para casarse con su madre. Es el protector de la Chinatown de Kingston y, desde su llegada, prepara a Pao para que sea su sucesor.

Pao pronto conoce a Gloria, una prostituta que le pide ayuda y de la que se enamora; con ella iniciará una relación que durará toda su vida, a pesar de su matrimonio con Fay Wong, hija de un rico comerciante chino y de la señorita Cicely, una jamaicana que pretende olvidar sus pobres orígenes tomando el té de las cinco como las señoras inglesas.

Pao trafica con mercancías robadas, con divisas, cobra por proteger a comerciantes y prostitutas, soborna a policías..., pero tiene una especie de ética que le impide tratar con drogas o con armas; de todas formas es una especie de capo mafioso chino; resulta un personaje de grandes contrastes, ayuda a los demás pero es capaz de violar a su mujer o de entregar a uno de sus empleados, que ha traicionado su confianza, a su rival Louis DeFreitas, otro mafioso. En ningún momento cuestiona sus acciones, todo queda justificado por la aplicación de sentencias extraídas de El arte de la guerra de Sun Tzu, sentencias que aparecen por toda la narración y que nuestro protagonista aplica lo mismo a su trabajo que a sus relaciones personales. De hecho, Pao es el único carácter trabajado de la obra, el resto de los personajes son meros figurantes en su historia; sólo aparecen mínimamente definidas Gloria y Fay, las dos mujeres de su vida, y su suegra la señorita Cicely, pero lo son de forma superficial, les falta profundidad. También deja muchas partes de la trama sin desarrollar, justo insinuándolas, como la relación entre su madre y Zhang, a pesar de que viven juntos en una especie de familia extensa; el interés por él de su cuñada, o las vidas de sus amigos Hampton y el “juez” Finley; todas ellas aparecen como meras pinceladas decorativas.

La narración, salvo contadas excepciones, se desarrolla desde el punto de vista de Pao quien, por ejemplo, se siente muy jamaicano y ama el país pero es incapaz de implicarse en política o en alguno de los acontecimientos importantes de la historia jamaicana, todo lo ve desde lejos, sin involucrarse; y es esta visión lejana, distanciada, contemplativa y no participativa la que nos transmite la novela.

En cambio, resulta muy interesante el transfondo de la narración que nos permite conocer la historia y la política jamaicanas desde su época como colonia británica, pasando por su independencia el 1962 y sus primeros años como país independiente; la explotación de sus recursos naturales por parte de países extranjeros, aún después de su independencia, el racismo y la miseria en que vive gran parte de sus habitantes,... Con mucho es lo mejor de la obra que gracias a ello consigue que Pao de Kerry Young resulte una narración histórica fresca y diferente de lo habitual en el género.
 
Jaci Alía Arreche