Nostalgia

Opinión:

José Antonio Carbonell Pla

Con introducción de Edmundo Paz Soldán, "Nostalgia" es una peculiar selección de relatos del prestigioso autor rumano Mircea Cartarescu (Bucarest, 1956). Al parecer, el autor insistió siempre en que la obra se conceptúe como novela, con su estructura de prólogo y epílogo, aunque esté constituida por cinco relatos que el lector deberá considerar a modo de capítulos, ya que la independencia entre ellos no es total. Estamos, pues, ante un formato híbrido que uno no se atreve a definir con rotundidad.

La constante en la narrativa de Cǎrtǎrescu, es decir, el abrazo de la realidad con la ficción, no podía estar ausente en esta obra, donde se configura como probablemente la característica más destacable de su trabajo. En efecto, el onirismo, una tendencia de la literatura rumana que al parecer ha cobrado vigencia en los últimos años, tiene aquí, al igual que en anteriores obras de Cǎrtǎrescu, carácter de modelo de creación. Aquí se pone de relieve la importancia del sueño como parte integrante -tal vez inseparable- de la realidad.

Nos habla aquí un Cǎrtǎrescu anciano, gastado, que se ve a sí mismo al borde de la muerte, y que observa su producción literaria con desdén y orgullo a la vez. Su estilo, sin embargo, sigue siendo barroco y recargado, un estilo peligroso que, en otros autores, da lugar a que el exceso de expresividad reste elegancia a la narración. El mundo del autor de "Nostalgia", sin embargo, se ve engrandecido y adornado con matices que la destreza de su pluma convierte en indispensables. De no ser por las propias afirmaciones del autor, personificado a medias en sus protagonistas, nadie adivinaría declive alguno en su talento.

La crudeza de la fortuna es llevada a su más trágico extremo en El Ruletista, un prólogo a modo de cuento donde se funden el relato y la confesión íntima. Aquí, las posibilidades matemáticas y la desesperación que empuja a jugarse la vida a una carta mantienen al lector ávido e inquieto, a la espera de un final cantado. Es el Cǎrtǎrescu más franco, más expuesto, que aprovecha el tema de la ruleta rusa para crear una historia de macabra superación con la que apoderarse del ánimo del lector.

Para mí es clara la influencia del imaginario de Borges, con esa tendencia tan característica a los universos contenidos en otros, y que genera relatos multidimensionales y surrealistas. Pero también se palpa el influjo de Kafka.

Es de destacar la portentosa imaginación patente en la infinidad de detalles con que se describen estancias, parajes de ensueño o mundos imaginarios donde el autor sitúa a sus personajes que, al igual que el lector, asisten incrédulos a tal despliegue de objetos, colores y formas.

Un elemento indispensable cuando se trata de relatar episodios de adolescentes es el descubrimiento del sexo, aquí con un elemento novedoso: la confusión de identidades sexuales, que poco después encontraríamos también en su novela "Lulú" (1994). Así ocurre en el relato Los gemelos.

Por último, hay que mencionar la tendencia a las relaciones obsesivas, propias también de la adolescencia, con personajes torturados por amores que existen más en su deseo que en la realidad.

Imaginación desbordante y protagonismo del subconsciente son motivos más que suficientes para leer a un autor que sigue sonando cada año para el Nobel. 

José Antonio Carbonell Pla

Ana Trillo

"Nostalgia" es un texto abrumador, de una profundidad asombrosa. Fascinante. A través de los diferentes relatos que componen la obra, Mircea Cartarescu nos transporta a ese tiempo pasado que todos conservamos de alguna manera en nuestra retina, un tiempo que ahora recordamos teñido de sepia, herrumbroso y a cámara lenta.

En su prosa, Cǎrtǎrescu nos muestra un mundo onírico, disfrazado de real, que atrapa, que casi se nos adhiere y nos impide dejar de leer. A veces es sórdido e inconfesable, otras poético y doliente. El autor rumano se muestra como un narrador magistral, con un dominio del lenguaje y del ritmo narrativo propio de quienes muchos ya anuncian como un serio candidato al Nobel.

Entonces, ¿qué se puede decir de Mircea Cartarescu que no se haya dicho ya? Podemos ahondar en que su prosa es exquisita, atrayente, de trazos inquietantes, donde nada es lo que parece. El ruletista es fascinante; Los gemelos, turbadora; REM, una obra maestra...

A pesar de que el propio autor se define a sí mismo en primer lugar como poeta, es un novelista excepcional. Cuando leemos a Cǎrtǎrescu sentimos que el autor nos domina, nos arrastra y nos lleva donde quiere llevarnos y no podemos dejar de seguirle pues es tanta su genialidad que sabemos que al final del camino nos espera un final sorprendente.

Nos encontramos ante un libro de calidad superior, pero también ante un libro no apto para todo tipo de lectores. "Nostalgia" no es lectura para aquellos que disfrutan de la lectura ligera y fácil de leer. Aún así, ofrece una lectura tan rica en matices, experiencias y sentimientos que bien podría merecerse el esfuerzo de ser leída incluso por aquellos que no son grandes lectores.

Concretamente, la edición que tenemos entre manos, a cargo de los amigos de Impedimenta, es fantástica. El papel, el tamaño, la cubierta...todo parece pensado para que disfruten nuestros sentidos: el tacto, la vista... un envoltorio perfecto que hará que disfrutemos aún mucho más de las historias que habitan su interior.

Ana Trillo