Nos mienten

Opinión:

Imaginar una España dividida hasta el extremo por las diferencias económicas de sus habitantes no resulta hoy en día una tarea en exceso complicada. Tampoco lo es concebir una sociedad en la que la alta tecnología, esa que facilita la vida, pertenece a unos pocos. O una clase media hipotecada hasta las cejas y con una falsa sensación de esperanza por conseguir todo aquello con lo que siempre ha soñado, con una falsa sensación de seguridad y felicidad aplacada por pequeños logros cotidianos. Este es el panorama que dibuja Eduardo Vaquerizo en "Nos mienten". Y que el lector compra desde el primer instante precisamente por eso, porque, en realidad, tampoco esta tan alejado de lo que vivimos día a día.

Nora Robles, nuestra protagonista (porque lo es, pero de eso hablaremos más tarde), vive inmersa en un juego de espejos, del que es cómplice y víctima. Sueña con una vida tranquila y normal (un hijo, una casa, un ascenso) y, como un caballo con anteojeras, ignora todo lo que no está delante de ella. Hasta que de pronto la familia de la que su existencia depende, los Ramoneda, y la tecnología a la que ha confiado su existencia, la convierte en fugitiva, obligándola a huir a las afueras de la gran ciudad, una zona sin ley y sin nada que perder donde cualquier esperanza es asesinada a ritmo de talonario. O de desahucio. O de redada inesperada que tiene como objetivos desposeer a los desposeidos de lo poco que tienen. Es en estas descripciones de la miseria, del triunfo de un capitalismo despiadado y voraz donde la narración de Vaquerizo cobra más fuerza, donde el miedo al qué pasará se transforma, casi de forma sutil, en un miedo al "qué está pasando", clásico en las mejores novelas de Ciencia-Ficción a las que el autor rinde un sentido homenaje. Y lo hace con un leguaje claro, sencillo. Con frases breves que buscan el impacto de la narración casi desnuda (algo no tan habitual en su escritura, lo que le añade un valor añadido).

Destaca también Vaquerizo en el dibujo de la protagonista, Nora robles. Y digo que es "nuestra" protagonista porque no se nos presenta como una mujer dura y fría, o como un manojo de nervios, o como un prodigio intelectual. Sino que lo hace como una mujer cualquiera, como tú o como yo. Con sus puntos fuertes, sus debilidades, sus momentos de grandeza y sus pequeñas mierdas. Con sus sueños y esperanzas, con sus frustraciones. Se presenta, decía, como una persona de verdad. Y eso, seamos sinceros, es muy difícil. También es cierto, por decir algo malo, que Vaquerizo relega a un papel casi simbólico a los secundarios, que ni de lejos están tan bien trazados salvo en aquello que los relaciona con Nora. Pero es que no son necesarios más allá de la función que cumplen para ella. Y, en contadas ocasiones, para ampliar el fresco de esa sociedad utópica que, al menos yo, no querría ver ni en pintura.

La narración es rápida, a golpes de efecto, con pocos momentos para respirar y tomar aire. La novela se lee de un tirón y tiene cierto aire de película de acción que es de agradecer. Alejada en buena medida de su estilo habitual, "Nos mienten" se erige como una muy buena apuesta de lectura.

María Martín