No te dejaría ir hoy

Título: No te dejaría ir hoy
Título Original: (No te dejaría ir hoy, 2021)
Autor: Nuria Albaladejo Serón
Editorial:
Doce Calles
Copyright:
© de los textos: Nuria Albaladejo Serón
© de la presente edición: Ediciones Doce Calles S.L.
ISBN: 9788497443593
Tapa: Blanda, Bolsillo
Etiquetas: novela corta realismo mágico amor pasado magia literatura española lesbianismo siglo XX palacios Venus amistad época franquista clases sociales falsas apariencias represión social contemporánea narrativa emociones sentimientos
Nº de páginas: 171
Argumento:
En el Palacio Real de Aranjuez existe la magia. Hay una fuente de Venus que permite conectar tiempos separados entre sí, que permite aflorar el amor y provocar el enamoramiento. Es allí donde se desarrolla un amor forjado y frustrado en 1956 y es allí donde una coordinadora de eventos, Miranda Monsalve, puede hacer que ese amor resurja. ¿Logrará que esas dos personas vuelvan a reencontrarse decenas de años más tarde?
Opinión:
Obra enmarcada en el realismo mágico, "No te dejaría ir hoy" es una novela corta donde se juntan magia y amor. Dos espacios separados en el tiempo por algo menos de 50 años se cruzan en un intento de resucitar un amor que parecía perdido y atrapado en el pasado, con una chica, Miranda Monsalve, cual una Celestina del tiempo, en busca del éxito de esa empresa. A ella le encargan un proyecto para la exposición de arte de una pintora austríaca, Emma Müller, en el Palacio Real de Aranjuez.
El libro se estructura en capítulos poco extensos, donde cada capítulo representa o bien el pasado (1956) o bien el presente. Sin embargo, poco después de la mitad del libro esta tendencia se rompe, con capítulos centrados única y exclusivamente en el presente. Mirándolo de una forma coherente y cohesionada, esto no acaba de tener mucho sentido. El vínculo emocional y romántico que se pretende mostrar apenas se manifiesta: es un leve fuego del que el lector/a debe imaginarse para realmente sentir o percibir la fuerte unión entre las protagonistas. De hecho, los tiempos narrativos no se controlan muy bien, con una introducción demasiado larga en comparación con el nudo y desenlace. Éste último parece apresurado, forzado. Hubiese tenido mucho más sentido elaborar un texto mucho más extenso y elaborado, donde el pasado nunca hubiese desaparecido narrativamente hablando, sino que hubiese sido recreado con más escenas y más diálogos. La gracia del libro se halla precisamente en la imposibilidad de ese amor de 1956, y es algo que realmente pasa de puntillas. No hay apenas visualización del momento, no hay apenas un marco donde el lector/a pueda convertirse en un espectador/a para admirarlo, asumirlo y entenderlo. Hacer lo contrario hubiese creado mucha más tensión, mucho más clima, mucho más interés. Al fin y al cabo, todo permanece en la superficie: se intuye pero no acaba de dramatizarse o sobreexplotarse para convertir la historia de amor en una historia bellísima e irrepetible. Además, tampoco tiene coherencia la forma en cómo la joven del presente, Miranda, acaba convenciéndose de la magia y de su contacto con el pasado. A decir verdad, los pocos personajes que hay resultan poco convincentes, en especial sus cambios de parecer, donde nunca se divisa algún motivo o algún impulso que les lleve a cambiar o actuar de otra forma. En otras palabras, falta realismo en la narración.
Tampoco acaba de tener sentido el recurso de tener a un narrador que alterne la voz. Por lo general éste se manifiesta en tercera persona, capaz de meterse en los pensamientos de los personajes, pero en algunos momentos puntuales se transforma en una primera persona que se manifiesta cuando se suceden los sueños. Hubiese estado mejor, o, al menos, con más sentido, una mayor presencia de ambas voces, o al menos de la segunda. Su aparición unas dos o tres veces, literariamente hablando, no le otorgan ningún significado real, salvo en las cartas, donde ahí suele predominar la voz en primera persona.
Por su parte, sí son de agradecer las distintas descripciones, claras, nítidas, imaginables. El narrador presenta un jardín bonito, con una Venus que se aprecia mágica y fantástica, de aquellas a quien a uno le apetecería poder vislumbrar al menos una vez en la vida. Lo mismo que el jardín que envuelve el palacio.
Aparte de todo esto, hay un cierto descuido por parte de la editorial, Doce Calles, en la producción final del libro. Debería ser más cuidadosa con la revisión del texto, puesto que frecuentan las faltas ortográficas: palabras mal escritas como <<desmalló>> en vez de <<desmayó>>, ausencia de tildes o presencia errónea de tildes, y comas mal colocadas, por mencionar algunas. Los errores son humanos, obviamente, pero cuando éstos se vuelven frecuentes, ya no es lo mismo.
Nuria Albadalejo Serón nació en Cartagena y es periodista. Además de la radio y la prensa escrita se ha dedicado al Marketing Digital, trabajando como coordinadora de eventos. Actualmente se encuentra inmersa en su segunda novela y tiene un canal de podcast llamado Luces y Sombras, en donde reflexiona sobre literatura, experiencias profesionales o miedos.
Cristià Serrano
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Comentario de los lectores:
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