nieve de otoño
Título: nieve de otoño
Título Original: (les mouches d´automne, 1931)
Autor: Irène Némirovsky
Editorial:
Salamandra
Copyright: Traducción de Jose A. Soriano Marco
1ª Edición, Noviembre 2010
ISBN: 9788498383102
Etiquetas:
novela corta
Argumento:
Esta breve obra es la tercera que escribió la autora, Irène Némirovsky (Kiev, 1903-Auschwitz, 1942). En tan pocas páginas consigue trazarnos una imagen de la emigración rusa en París, a la vez que destila nostalgia en todas sus palabras. Con los ojos de una vieja nodriza, Tatiana Ivanovna, miramos la desintegración y el brusco descenso de una familia aristócrata rusa, primero con la gran guerra y después con la revolución. La vieja Tatiana ha conocido a toda la familia Karin, les ha visto nacer y crecer, casarse y morir, ha criado a sus hijos y a sus nietos. La gran casa de Sujarevo es como si formase parte de ella misma. Todos sus recuerdos están ligados a la casa y sus habitantes. Pero la casa es abandonada y ella queda como única vigilante, hasta que es requerida su presencia por la familia en el exilio, y ella, como fiel sirviente, acude.
Sin embargo, la vieja nodriza nunca se acostumbra a vivir fuera de Rusia. Y así como la familia, mal que bien, va sobreviviendo, vendiendo poco a poco su patrimonio, empleándose en miserables trabajos y prostituyéndose de algún modo, la vieja Tatiana echa de menos su Rusia natal, su paisaje, sus gentes, su nieve. Vive soñando con ese frío paisaje blanco, que no consigue encontrar en París. Y remembranzas y tristeza aumentan hasta que la realidad se mezcla con sus sueños.
Opinión:
En las narraciones cortas es donde calibramos el poder comunicativo de un autor, y Nemirovsky domina perfectamente el arte de hacernos partícipes de un estado de ánimo, de una emoción, de un drama. Corta fue la vida de esta escritora, que, como en este relato nos cuenta, también hubo de exiliarse huyendo del bolchevismo, en condiciones penosísimas, hasta llegar a Francia, donde pudo iniciar su trabajo literario y formar una familia, que también se vio truncada por su deportación a Auschwitz, donde murió con treinta y nueve años.
En toda su obra está latente o explícito el tema del exilio, la nostalgia del hogar perdido, del mismo modo que la supervivencia en un país ajeno, la prostitución emocional, el fingimiento para sobrevivir, la doble vida. Y el tema de la muerte en el agua. Sumergirse en aguas profundas parece ser una premonición, una especie de leit motiv que resurge en sus obras, un simbolismo de lo que supone abandonar su país y su lengua y hundirse en las profundidades del nuevo país, soñando siempre con el imposible retorno.
Narración fuertemente emotiva, como es habitual en esta autora, que nos transmite una tristeza insondable, una terrible sensación de abatimiento y desespero, de pérdida de raíces, de desolación, recuerdos y soledades. La vieja Tatiana es el símbolo de la Rusia que muere, anhelando ver la blanca nieve en otoño.
Obra delicada y escueta en su lenguaje, pero que lanza una carga de profundidad a nuestros sentimientos. Leerla en una tarde lluviosa, junto a la calidez de un fuego invernal, puede ser una experiencia francamente emotiva, que nos deja un regusto amargo y triste, pero que nos hace sentirnos partícipes con todos aquellos que han sido desplazados de su hogar y que viven, a su pesar, lejos de la nieve.
Ariodante
Diciembre 2010
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