Nadie podrá quererle como yo

Opinión:

"Nadie podrá quererle como yo" es la última novela de Juan Pedro Cosano, de quien ya he leído unas cuantas y con variado resultado, que en esta ocasión ha sido positivo, por más que había veces que el lenguaje me resultaba algo pomposo, si no artificioso, pero ese es un detalle menor, propiciado por la época y el lugar que recrea en esa historia.

La trama sigue de cerca las correrías de Candamo, que así le conocen y llaman, por medio Madrid, que para poco quieto entre visitas a diversas personalidades de la corte y también a los mentideros de la capital, así que pronto se convertirá en una diana andante, lo que acabará conociendo en sus propias carnes, que pronto habrá quien lo prefiera muerto que hurgando entre los rumores que corren, no sea que acabe descubriendo la verdad, algo que sería muy perjudicial para todos, sobre todo si la confirmación del envenenamiento fuese de dominio público.

Con tales pesquisas, el elenco es multitudinario, desfilando por las páginas del libro muchos personajes históricos, retratados aquí por el autor, que les aporta un rol de más o menos enjundia de acuerdo con las que fueron sus propias circunstancias en aquellos momentos, algunas documentadas, de intrigas palaciegas.

Y es que, además de los tejemanejes habituales, bastantes de ellos consideraban que el futuro de España era incierto al no haber descendencia de la pareja real, de lo que se hacía responsable a la infertilidad de la reina, quedando al albur de cuál sería la nueva casa reinante tras los Austrias. Así que era fácil suponer que si la solución era una nueva reina, sobre todo si hubiese algunas garantías de que fuera fértil, solamente sería necesario que la actual muriese y que fuese más pronto que tarde.

Así es que al desventurado Candamo le toca patearse la villa y corte, haciendo más enemigos que amigos, que hasta habrá de estos que le acabarán cerrando la puerta en las narices, y poniendo en peligro su vida, que más de una vez acabará postrado en un catre. También es cierto que Candamo peca un tanto de ingenuidad y de excesivo brío, lo que todavía dificulta los avances que pueda hacer.

Junto a esa línea argumental, de tanto en tanto aparecen momentos íntimos y personales de Carlos y María Luisa, presentándolos como una pareja que ha superado algunas dificultades y ha conocido el amor, del que buscan disfrutar siempre que las obligaciones reales y de gobierno no se lo impiden.

Con un desenlace coherente con la realidad política y social de la España de entonces, "Nadie podrá quererle como yo" me ha parecido una novela muy bien hilvanada, que muestra, tanto con acierto como con descaro, los entresijos de la sociedad y de la corte madrileña del Siglo XVII, resultando una historia cautivadora y que capta la atención desde la primera página.

Selin