Mujeres de agua

Opinión:

No sé por qué pero hay ciertos libros que me resultan difíciles de reseñar, no porque sean malos, sino por todo lo contrario. Libros con historias llenas de sentimientos que te dejan en un estado medio catatónico cuando los acabas, como si estuvieses flotando en una nube. Una situación que, curiosamente, me pasa siempre con las novelas de Antonia J. Corrales porque son puro sentimiento, y del que cala muy hondo.

A Antonia J. Corrales tuve el honor de conocerla con su anterior novela, paradójicamente la primera parte de ésta: "En un rincón del alma", una historia que sacudía el alma y que hizo que cayese rendida a sus pies; Sensación que confirmó la siguiente: "As de corazones". Cuando acabé "En un rincón del alma" lo hice con la sensación de que faltaba algo, no podía detenerse la historia allí, las mujeres de agua necesitábamos más. Así que fue una alegría saber que la historia de Jimena tenía continuación y su título no puede ser más significativo: "Mujeres de agua". No quiero desvelar su significado, Antonia J. Corrales lo hace a lo largo de sus páginas al igual que habla de los "hombres de viento". Frases que nos desvelan y anticipan el lenguaje tan poético que tiene. Su prosa está llena de metáforas, de esas con las que te sientes más que identificada y que te invitan a reflexionar, a tomar lápiz y libreta y anotarlas.

Reconozco que Antonia J. Corrales es una de mis autoras favoritas, pero lo es por toda la magia que tiene su estilo. Como ocurrió con las anteriores novelas, "Mujeres de agua" tiene esta dificultad a la hora de escribir la reseña porque me da la sensación de que voy a dejarme algo en el tintero, que no voy a saber expresar todo lo que he sentido.

"Mujeres de agua" es una novela femenina pero sin radicalismos. Aunque las mujeres son las protagonistas, ninguna de ellas pretende ponerse por encima de los hombres. Es también, una novela intimista, los personajes muestran sus sentimientos más profundos. Hay amistad, amor, pasión y magia representada en el herbolario que abre Mena con Amanda. Un lugar que, ya leyéndolo, te transmite buenas sensaciones. Es mucho más que una tienda donde se venden hierbas y demás remedios, leyéndolo me ha dado la sensación de que es una especie de refugio para Amanda y Mena. Un refugio protegido por ese paraguas rojo que ya aparecía en la primera novela. ¿Qué simboliza? Pues un montón de cosas, el paraguas rojo vuelve a ser un personaje clave en la historia.

En la novela el párrafo narrativo prevalece sobre el diálogo, pero que no haya mucho diálogo no debe verse como algo negativo. Es más, creo que debido a su trama, "Mujeres de agua" es una novela que llama más al párrafo que al diálogo para reforzar esa sensación de intimidad e interior de la que he hablado antes. Es una forma de narrar que conecta de forma más directa con el lector haciendo que este sienta mayor empatía. Igual no es así, pero es lo que me ha transmitido.

Si el paraguas rojo es uno de los personajes, también están Mena y Amanda. Dos mujeres extraordinarias con una personalidad y fuerza impresionante. Son unos personajes muy bien definidos, construidos y perfilados. Me gusta la forma en la que Antonia J. Corrales da vida a los protagonistas de sus historias. Los hace familiares, es fácil para el lector identificarse con ellos, con los sentimientos que tienen. Si ya me ocurrió en "En un rincón del alma", en esta nueva novela ha vuelto a suceder: me he sentido plenamente identificada en muchas de las cosas y sensaciones que experimentan las protagonistas. Ello hace que, "Mujeres de agua" me haya gustado aún más. 

Quienes no conozcáis a Antonia J. Corrales aquí tenéis una buena excusa. Es una autora que engancha; cuando te adentras en su literatura te es muy difícil desprenderte de ella. Por eso no puedo más que recomendarla, invitaros a que seáis unas mujeres de agua y unos hombres de viento.

Ysabel M.