Mil razones para quererte (Mis razones 2)

Opinión:

Segundo libro de la esperada bilogía "Mis razones" de Violeta Reed, en este caso para "querer" al atractivo Marcos. En esta continuación la historia parte en el mismo punto que terminó "Cien razones para odiarte", con la marcha al día siguiente de Marcos a Londres donde trabaja como abogado, tras pasar el verano en Madrid y vivir un tórrido romance estival con Elena, quienes se conocen desde hace décadas y no por ser precisamente amigos. Sin embargo, en este nuevo libro hemos avanzado en algo: Elena, aunque de nuevo sola en Madrid, ahora ilusionada y reconocida enamorada de Marcos a pesar de sus esfuerzos por no caer en sus redes como asistimos en la primera parte de la bilogía.

Inevitablemente el tiempo nunca se detiene. Es septiembre, ambos deben volver a sus quehaceres diarios, y a lo primero que se van a tener que enfrentar es a una relación a distancia y al avance de sus vidas por separado - "el mundo gira a pesar de la distancia". Si para Elena era complicado una relación "presencial", sobre las relaciones a distancia conoce la teoría, pero ¿y la práctica?, ¿sería tan fácil como la teoría? Aparentemente en el libro anterior Elena superó sus inseguridades del pasado, ese que a ella especialmente le hizo ser como es, para empezar a construir un futuro, al menos próximo, al lado de Marcos; dejó de ir tanto con pies de plomo y aprendió a poner el corazón antes que la razón. Ahora se nos muestra descarada, desinhibida, explorando esa parte de ella que llevaba tiempo dormida.

Con la llegada del otoño, nuevas etapas para todos: amor en la distancia entre Madrid y Londres, su trabajo de fin de carrera, el comienzo de sus prácticas en una clínica veterinaria, y una segunda trama añadida a la historia Elena-Marcos que adquiere el mismo protagonismo que la principal hasta el punto de que los capítulos se intercalan entre ambas: la tierna relación con sus amigas, un grupo de 4 chicas que se cuidan, se apoyan y se ayudan a levantarse mutuamente en las diferentes situaciones que se da en cada una de ellas.

La historia de amor entre ellos parece cada vez más sólida y de confianza mutua. Sin embargo, el quitarse ese caparazón que protegía su corazón hace que al mismo tiempo le entregue su vulnerabilidad más íntima. Como era de esperar, en medio de esa felicidad y ese enamoramiento, no es oro todo lo que reluce y Elena vuelve a convertirse en su peor pesadilla; no tardan en aflorar esas inseguridades que volverán a enfrentarla con sus antiguos miedos y a su vez con otros nuevos que su mente se encargará de crear, convirtiéndose su cerebro en una montaña rusa emocional. Elena es una sufridora nata, si no es por una cosa, es por otra. Es capaz de ensombrecer cualquier momento de felicidad con alguno de sus miedos. Un carácter inseguro, algo inmaduro, pero es difícil para el lector no sentir ternura hacia ella. Y si su corazón la había llevado a su gran aventura con Marcos, su cerebro la llevará de vuelta a su vida real.

Se abrirán nuevamente esas heridas del pasado mal cicatrizadas. En esta trama necesitará ayuda para volver a abrirlas a pesar de que duelan y curarlas limpiamente para que queden bien cicatrizadas y la permitan pasar página y avanzar en la dirección correcta esta vez. Necesitará tiempo para sanar y perdonar, y con ello colocar todas las piezas de su vida en el lugar que les corresponde para entender que su historia es solo suya y no una repetición de la historia de su madre, al igual que la de Marcos y la historia de su padre. Ahora, ¿conseguirá Elena superar sus inseguridades y construir un futuro nuevo? Deberéis leerla para averiguarlo y permitíos experimentar todos los sentimientos divertidos y positivos que os provocará la lectura.

Una historia que, como el espacio temporal en el que transcurre, comienza al final del verano todavía con muchos días calurosos, al igual que su relación. Llega el otoño con días aún cálidos, pero de vez en cuando días más frescos se empiezan a colar. Inevitablemente tras el otoño el invierno envuelve la vida con un ambiente frío incluso gélido, y sus "heladas" cubren todo con una capa de hielo que, si la pisas, te caes y cuesta levantarse porque puedes volver a caer. Afortunadamente, y tras un par de meses, los tenues rayos de sol de la primavera irán poco a poco haciéndose un hueco derritiendo ese hielo y los días cálidos irán poco a poco imponiéndose hasta quedarse, volviendo así la primavera a florecer en todo su esplendor.

En definitiva, una lectura "pastelosamente" romántica, entre una mezcla de "Sexo en Nueva York" (¡si hasta son el mismo número de amigas!) y "Friends", mezclado con las dulces conversaciones de Elena y Marcos, divertidas entre el conjunto de amigos, y picantonas entre las cuatro amigas, con el escenario de Madrid y Londres en el fondo; para colmo, cada capítulo lo encabeza el título de una película romántica, Notting Hill, Noviembre Dulce, Cartas a Julieta, Love Actually, y así hasta 42 títulos más.

Un libro que, aún más que el anterior, es un enganche total. Se lee tan fácil que sigues y sigues olvidándote del tiempo. ¿Se puede leer este libro sin haber leído el anterior? Sí, puesto que hay episodios con alusiones a las tramas del anterior, sin embargo, no lo aconsejo; no se llegaría a disfrutar tanto esta segunda parte sin entender el porqué de las emociones de Elena. Aquellas (sí, en femenino, literatura claramente femenina, ya lo dicen las encuestas sobre hábitos de lectura que coinciden en que las mujeres leen más libros que los hombres), que hayáis leído "Cien razones para odiarte", lectura obligatoria es "Mil razones para quererte" y cerrar la historia de la sufridora Elena. Así que, sentaos cómodas con los pies en alto, con una taza de café/té al lado, unas pastitas o unas chuches también ayudaría, puesto que puede que sea lo único que comáis en las próximas horas al no poder parar de leer, y ¡a disfrutarlo! 

"La historia de una chica que no soporta a un chico, y de un chico que había terminado enamorándose de ella sin darse cuenta".

Belén Flores