Midori, la cenicienta del hospital, 2

Opinión:

"Midori, la cenicienta del hospital, volumen 2" es la segunda entrega de este manga, de género shojo, centrado en la profesión farmacéutica en general y en Midori Aoi en particular, que ha entrado recientemente a trabajar en el departamento de farmacia del hospital Yorozu.

La historia no sólo tiene esta versión manga, sino que también tiene una versión televisiva en Japón, un dorama, aunque todavía no nos ha llegado, como otras series que pueden visionarse en versión subtitulada.

Como protagonista principal, Midori está casi siempre presente en todas las escenas, sólo en contadas ocasiones son otros los personajes que están ahí. También está representada con una amplia variedad de registros, ya sea como una joven sencilla, ingenua a veces por su falta de experiencia vital, o como una persona que se enfrenta a las situaciones con las que no está conforme, sacando incluso su genio, lo que se percibe en un modo muy gráfico, ya que sus facciones llegan a cambiar de manera rotunda.

Además de las historias que forman cada capítulo, que unas veces están más enfocadas hacia el propio departamento de farmacia o el hospital, mientras que en otras destaca el drama humano; también tiene suma importancia el tratamiento de la información médica, tanto de los medicamentos utilizados, incluyendo las dosis, como de las actuaciones médicas que aparecen.

Ese es un aspecto que se ha considera vital desde el principio y del que es responsable directo Hiromitsu Tomino, quien aparece en la portada como consejero médico y en los créditos como supervisor. Ese detalle da una garantía de calidad a los contenidos, ya que así se asume que se ajustan correctamente a los protocolos de actuación en Japón en los hospitales modernos y de primera línea.

Claro que hay que tener en cuenta que no todo lo que se pueda ver aquí, se puede extrapolar a la farmacia hospitalaria de España, pues tiene sus propios protocolos y sistemas de trabajo; además, al igual que allí, habrá hospitales que se han modernizado más que otros.

El detalle del dibujo reproduce con fidelidad el ambiente y los escenarios hospitalarios, tanto en lo que respecta a los diferentes uniformes (hay un capítulo donde entra en ese tema, con enfrentamiento incluido por las diferencias de opinión), como a los utensilios de trabajo. En la anterior entrega destaqué la peculiaridad de la casi total ausencia de pestañas en los personajes, sustituidas por un trazo oscuro en el párpado, aunque también remarqué que en alguna escena estaban presentes las de Midori; pues bien, aquí ya son varias escenas, casi siempre cuando da el perfil apropiado, donde aparecen.

Al igual que con la entrega anterior, también he disfrutado con "Midori, la cenicienta del hospital, volumen 2", tanto por las historias humanas, con su propio drama incluido, como por el contenido técnico, así que la lectura ha sido muy gratificante y ya estoy esperando el siguiente volumen.

Selin